Hola! Estoy contenta, me gusta como salió este capítulo… espero que
ustedes sientan lo mismo al terminarlo. Es que creo que ocurren un par de
buenas conversaciones, importantes para el acercamiento entre los personajes.
Y de paso me burlo de 2 corporaciones…
Y explico un par de cosas que me han estado preguntando en sus reviews.
En fin, disfruten y no dejen de comentar.
Abrazos!
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Capítulo 7
When I wake up, well, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who wakes up next to you
When I go out, yeah, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who goes along with you
If I get drunk, well, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who gets drunk next to you
And if I haver, hey, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who's havering to you
But I would walk five hundred miles
And I would walk five hundred more
Just to be the man who walked a thousand miles
To fall down at your door
I'm gonna be the man who wakes up next to you
When I go out, yeah, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who goes along with you
If I get drunk, well, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who gets drunk next to you
And if I haver, hey, I know I'm gonna be
I'm gonna be the man who's havering to you
But I would walk five hundred miles
And I would walk five hundred more
Just to be the man who walked a thousand miles
To fall down at your door
I´m gonna be (500
miles) / The Proclaimers
-A donde vamos? – Preguntó Bella después de un rato de
silencio mientras nos alejábamos del hospital.
-Al supermercado, vamos a comprar toda la comida chatarra
que anotaste en tu lista – Respondí.
-Vale… tengo un poco de hambre – Dijo sobándose el estómago.
-Hoy no vas a cocinar nada – Le dije – Hoy vamos a comprar
algo de comida rápida porque tu vas a llegar a acostarte.
-A acostarme? Pero aún es temprano! – Exclamó cruzándose de
brazos, como preparándose para una pelea. Pero no habría pelea, porque no había
argumentos que me hicieran cambiar de opinión.
-Bella el médico dijo que necesitas reposo y vas a reposar,
quieras o no. Yo te lo voy a tratar de hacer lo más agradable posible, pero si
no cooperas voy a tener que informar a Aro… - Le dije seriamente.
-Le vas a decir que me golpeaste? – Me preguntó desafiante.
-Lo que sea necesario – Respondí.
-Grrrrr! – Gruñó – Eres tan… obstinado! – Me dijo empujando
mi brazo. Obviamente no me movió un milímetro.
-Podría decir lo mismo de ti, la diferencia es que yo estoy
dispuesto a ceder en casi todo lo demás, menos tu seguridad, en cambio tú eres
obstinada siempre – Dijo encogiéndome de hombros.
-Humph! – Resopló y miró por la ventanilla. Sonreí. Había ganado.
Estacioné en el espacio para lisiados en el estacionamiento
del supermercado, que estaba casi repleto, y Bella comenzó a reclamar otra vez.
-Este espacio es para los lisiados, ancianos o embarazadas!
– Exclamó – Busca otro espacio!
-En primer lugar, tú en este momento estás lisiada, y en
segundo, el único espacio disponible está al otro lado del estacionamiento, así
es que a menos que quieras que te cargue, no te voy a dejar caminar esa
distancia. No estamos usando este espacio por holgazanes, sino porque lo
necesitamos – Razoné.
-Está bien – Suspiró y esperó a que yo la ayudara a bajar
del auto.
Tomamos un carro y comenzamos a recorrer los pasillos, yo
manejando y Bella agregando productos.
Metió 3 tipos de cereales para el desayuno, todos llenos de
azúcar y sin un gramo de algo que justificara su valor nutricional.
Compró varias latas de crema batida.
Compró un kilo de tocino.
Compró dos docenas de huevos.
Compró bases para preparar muffins de chocolate con chispas
de chocolate blanco y otra de panqueques.
Compró bases para freír hamburguesas y pescado.
Compró varios litros de leche entera.
Compró varios tipos de carne, jamón y embutidos.
Compró 5 tipos de quesos diferentes.
Compró galletitas de coctel.
Compró varios pasteles pequeños.
Compró 4 tipos de helado, del más caro, con sabores mucho
más complejos que los simples “vainilla, frutilla o chocolate” que me sonaban
familiares (aunque claro, nunca he probado ninguno).
Compró 4 tipos de pan blanco. Dijo que el pan se puede
congelar.
Compró agnolotis, panzottis y ravioles frescos.
Compró un poco de frutas y verduras... Para preparar las
salsas para sus pastas, no es que pretendiera hacer una ensalada, dios nos
libre!
Compró 2 barras gigantes de chocolate Toblerone. Eran del
grosor de una viga de construcción, pero ella me aseguró que se los comería antes
de su transformación. Lo dudé ya que cada barra era casi tan gruesa como su brazo,
pero no discutí.
Compró una bolsa de malvaviscos.
Compró un kilo de langostinos.
Compró en total 9 litros de Coca Cola Light. Cuando vio mi
mirada incrédula, me dijo “es por el sabor, no las calorías”.
Compró 15 tubos de papas Pringles. De los siguientes
horribles sabores: Crema ácida y cebolla; Camarón grillado; Jalapeño cheddar;
Rancho; Sal y vinagre; Pizza; Barbacoa; Mostaza y miel; Chile habanero; Algas
(seaweed); Guacamole picante; Canela; Bistec y queso crema; Tamal ardiente y
por supuesto, la Original. Dijo que era su última oportunidad de probarlas, y
que cómo se iba a perder la oportunidad de degustar papas con gusto a bistec y
queso crema o tamal ardiente?
No supe qué decir.
Una vez que hube pagado salimos juntos con el carro lleno de
bolsas. Al llegar junto al auto comencé a cargar las bolsas en el maletero
cuando una mujer de unos 45 años se acercó furiosa.
-Qué se han imaginado? – Gritó.
-Uh? – Pregunté pensando que tal vez se dirigía a alguien
detrás de mí.
-Cree que por que tiene un auto caro puede pasar por encima
de los demás? Que falta de respeto! – Gritó. De a poco se empezó a reunir gente
a nuestro alrededor y Bella miraba hacia todos lados tratando de comprender qué
pasaba.
-Señora, honestamente no tengo la menor idea de lo que me
está hablando – Le dije en voz baja y controlada.
-Y encima se hace el tonto! – Dijo lanzando sus manos al
aire. Bella poco a poco se había ido moviendo para ubicarse entre el auto y yo.
-Señora – Le dije comenzando a perder la paciencia – O se
explica o nos deja en paz.
-Tu noviecita no se ve muy embarazada ni tú muy
discapacitado – Escupió mirando el plano estómago de Bella, que se apegó aún
más a mí. Algunas personas que miraban dieron palabras de apoyo a la mujer que
nos increpaba.
-No hable de lo que no sabe señora, y evite sacar
conclusiones – Le dije con voz amenazante – Mi novia está accidentada y
necesitaba este espacio del estacionamiento.
-Pues yo la veo perfectamente bien – Chilló ella, cada vez
más alterada. Yo estaba a punto de lanzarme a la yugular de la arpía cuando el
brazo de Bella rodeó mi cintura, serenándome de inmediato. No podía perder la
paciencia con Bella tan cerca.
-Está bien Félix – Dijo ella en voz baja, justo lo
suficientemente alta para que yo escuchara - Per questo motivo l'affare
parcheggio (*Por esta razón necesito el
estacionamiento) – Dijo Bella levantando su camiseta para exponer su piel
amoratada – Veniamo dall'ospedale (*Venimos
del hospital) Trisadas costole e contusioni profonde… (*Costillas trisadas y contusiones profundas…)
Riesco a malapena a camminare e respirare… (*Me duele caminar y respirar…) Trovo difficile entrare l'auto (*Me cuesta entrar al auto) Che è una
ragione sufficiente? (*Será una razón suficiente?) O dovrei anche incinta? (*O
además me debo embarazar?).
Todo el mundo se quedó en silencio. Yo incluido. Dónde
demonios aprendió Bella a hablar italiano? Su gramática no era perfecta, pero
se hacía entender perfectamente y su acento no estaba nada mal.
-Yo… yo… -Dijo la mujer retrocediendo unos pasos.
-Nos atacó sin motivo y asumió lo peor. Déjenos tranquilos y
piénselo un poco antes de increpar a alguien arbitrariamente – Dijo Bella en
italiano acercándose a mí y tomando mi mano. Yo la levanté y besé su dorso y
abrí la puerta del pasajero. Luego delicadamente la ayudé a sentarse,
demostrando a todos los curiosos que Bella no estaba fingiendo.
-La próxima vez que moleste a mi novia no voy a ser tan
paciente – Le dije a la mujer subiendo al auto. Aceleré y salimos de ahí.
Estuvimos callados un buen rato, el ambiente bastante tenso.
Finalmente decidí romper el silencio.
-Ok, dónde quieres comer? – Pregunté.
-Podemos ir a Mc Donalds? – Preguntó.
-No hay problema, aunque había pensado en mejores opciones.
Incluso entre la comida rápida hay cosas mejores no? – Le pregunté.
-Exacto, pero si encuentras algo asqueroso en tu hamburguesa
de una cadena más pequeña, las indemnizaciones son más pequeñas, y los acuerdos
para no ir a juicio también – Sonrió como si todo el mundo debiera manejar esa
información.
-Y tú esperas
encontrar algo asqueroso? – Pregunté sin poder creer lo que estaba escuchando.
Bella estaba completamente loca!
-Sip, ojalá fuera tan suertuda, Mc Donalds paga bien a
quienes envenena por error… - Suspiró.
-Cuando hablamos de cosas asquerosas… de qué estamos
hablando exactamente? – Pregunté reticente… realmente no quería saber, pero no podía no preguntar.
-Mmmmmmh una vez a un señor le salió una hamburguesa tan
podrida que se movía. Literalmente estaba rellena de gusanos! Cashing! Ahora es
millonario – Se carcajeó. Estaba hablando en serio?
-Bella dime que es una broma… - Le dije disminuyendo la
velocidad.
-Nop… a una niñita como de 7 años le salió un condón USADO
en sus papas fritas, y hay una señora a la que le salió un ratón muerto
enterito en su ensalada! Y es cierto, yo vi la foto!– Dijo gesticulando.
-Y tú pretendes que te lleve a comer a ese basurero?- Le
pregunté esperando, rogando que lo negara.
-Si! Es como jugar a la lotería, te sale un ratón y no
trabajas nunca más, ni tus hijos, ni tus nietos… - Me explicó riendo.
-Isabella no vamos a jugar con tu salud. Vamos a ir a
comprar comida para llevar en un restaurant de verdad, no en ese vertedero. Y
no me vengas con que sólo quieres capitalizar, que ya sabes que nunca vas a
tener problemas económicos. No vas a comer gusanos ni ratas ni mucho menos vas
a untar tus papas en condones usados! – Dije enfureciéndome ante la mera idea.
-Uf! Vale! No te enojes, que era en parte broma… - Me dijo
sonriendo y mordiéndose el labio.
-Cuál es la parte que no era broma? – Pregunté estacionando
frente a uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Obviamente no ofrecían
comida para llevar, pero si algo he aprendido con mis años es que todos tienen
su precio, sólo hay que averiguar cuál es.
-Las cosas que te dije que se encontraron en la comida son
todas historias reales, y hay otras peores! Pero la verdad es que no me gusta
mucho la comida rápida de estas cadenas, prefiero las preparaciones más
“caseras” de los negocios pequeños… - Dijo.
-Menos mal que no me discutes el no ir a Mc Donalds… - Dije aliviado
– Bueno, qué quieres comer? Este es uno de los mejores restaurantes de la
ciudad.
-En qué se especializan? – Preguntó ella.
-En pastas, es una como una trattoría pero más elegante –
Expliqué.
-Vale, entonces quiero… canelones de salmón con salsa de
limón – Dijo relamiéndose. Sentí una punzada de añoranza al imaginarnos
comiendo juntos en ese restaurant, probando cosas nuevas, compartiendo nuestra
comida… Como si fuéramos normales, como si fuéramos una pareja.
Sería tan fácil amarla…
Sería tan entretenido amarla…
Sería siempre una aventura amarla…
-Eso me suena un poco específico, dame un par de opciones
más en caso de que no tengan ese plato en particular – Le dije tratando de
volver a enfocarme en el aquí y ahora.
-Mmmmmh… agnolotis de ricota y espinaca con salsa de nuez –
Dijo sonriendo, los ojos brillantes de entusiasmo – Y la otra opción seríaaaa…
sorrentinos de cangrejo con salsa margarita!
-Vale, voy a ver qué tienen y regreso en seguida – Dije
abriendo la puerta del auto.
-No quieres que te acompañe? –Preguntó desabrochándose el cinturón.
-No, prefiero que te quedes sentada, tranquila y reposando
como dijo el doctor. Vuelvo en seguida.
-Vale… - Dijo desinflándose en el asiento – Puedo escuchar
radio mientras espero?
-Por supuesto! – Le dije – Compórtate mientras traigo tu
comida.
-No te preocupes, tengo mucha hambre y sueño como para hacer
desastres –Dijo sonriendo dulcemente.
Tal como había pensado, el dinero obra milagros y bastó con
sacar mi tarjeta de crédito American Express Centurion para que todos se
desvivieran por atenderme. Ninguno de los platos que Bella me pidió estaban en
el menú, pero accedieron a preparar los tres para mí, cobrando extra, pero
dedicando al chef exclusivamente a la tarea, por lo que no debí esperar
demasiado.
Cuando salí del restaurante, satisfecho conmigo mismo,
escuché desde la puerta la voz de Bella cantando a gritos y absolutamente fuera
de tono una vieja canción de Madonna
…Papa don't preach, I'm in trouble deep
Papa don't preach, I've been losing sleep
But I made up my mind, I'm keeping my baby, oh
I'm gonna keep my baby, mmm...
He says that he's going to marry me
We can raise a little family
Maybe we'll be all right
It's a sacrifice…
Papa don't preach, I've been losing sleep
But I made up my mind, I'm keeping my baby, oh
I'm gonna keep my baby, mmm...
He says that he's going to marry me
We can raise a little family
Maybe we'll be all right
It's a sacrifice…
No pude resistir la tentación de quedarme donde estaba
escuchándola hasta que la canción terminó, y sólo entonces me acerqué al auto,
sobresaltando a Bella, que lucía una sonrisa radiante.
-Te divertiste? – Le pregunté entregándole la bolsa con
comida.
-Siiiip! – Dijo por una vez sin avergonzarse – Qué me
trajiste? Está pesado!
-Te traje los tres platos que me pediste – Le dije – No
tuvieron problemas en prepararlos especialmente para ti cuando les conté cómo
te accidentaste tratando de alimentar a tus peces koi a oscuras, por la noche, antes
de que se pusieran de mal humor… Porque todos sabemos lo que es un koi
malhumorado! Eres una verdadera mártir.
-Hey! No te vi a ti aportar con una mejor idea! – Dijo
dándome un golpe juguetón en el brazo.
-Tienes toda la razón, mis disculpas – Le dije – En serio
Bella, lamento haberte golpeado y lamento haberte llevado al hospital sin
preparar una historia creíble. Fue un acto impulsivo y no debió ocurrir.
-Lo del golpe ya lo discutimos, no hay nada que perdonar. Y
lo de la historia del hospital… bueno, es una anécdota de la que nos vamos a
reír en el futuro. Lo importante es no volver a accidentarme, porque si
regresamos al hospital te van a tomar detenido al menos hasta que hagan una
investigación de violencia intrafamiliar.
-Mmmmh… Bella he querido preguntarte desde hace horas… en el
hospital dijiste que no hablas italiano, pero en el estacionamiento del
supermercado vi que si lo hablas, y bastante bien… Cómo es eso? – Pregunté
mirándola a los ojos, buscando honestidad en su respuesta.
-Bueno, no es como si hubiera tenido una educación formal en
el idioma, puedo leer y entender el italiano hablado, y hablar un poco, pero
eso es todo – Dijo ella mirándose las manos - Mi abuela, la mamá de mi mamá era
italiana. Por qué crees que me llamo Isabella? Es por ella… Se murió el
invierno pasado – Suspiró - Bueno, la
cosa es que en los veranos, el tiempo que no pasaba con Charlie (que era la
mayor parte) lo pasaba en casa de mi abuela en Providence, que es conocida como
“La Pequeña Italia” de Estados Unidos…
Mi abuela hablaba exclusivamente en italiano y todo el
material de lectura en su casa era en italiano, así es que a menos que
decidiera volverme autista, debía aprender al menos lo suficiente para
comunicarme con mi nonna, porque ella se negaba a aprender inglés. Y además ella
vivía en un barrio de italianos, así es que los vecinos eran iguales…
inmigrantes de primera generación que nunca se incorporaron de lleno a la
sociedad americana, prefiriendo casarse, tratar y comerciar entre ellos, a la
usanza tradicional italiana.
-O sea que el choque cultural no es tan grande – Le dije
sonriéndole un poco, tratando de que no se enfocara en la muerte de su abuela.
-No, para nada, si vivir con vampiros come-humanos es algo
que he hecho toda la vida! – Respondió burlándose de mí.
-Ya, sabelotodo, estamos llegando – Le dije tragándome una
sonrisa mientras ingresábamos al subterráneo del castillo.
-Vale, tenemos que guardar los congelados en el freezer
rápido, no quiero que mis helados elegantes se derritan! – Dijo ella
desabrochándose el cinturón de seguridad.
La ayudé a salir del auto y la dejé cargar su cena mientras
yo cargaba todas las otras bolsas.
Para mi mala fortuna nos encontramos con Demetri.
-Isabella! Qué casualidad! Justamente te estaba buscando! –
Dijo él.
-Hola Demetri – Dije yo en un tono de advertencia. Él como
siempre, lo ignoró.
-Hola Demetri – Dijo Bella con una media sonrisa que yo
interpreté como de simple cortesía – Te importa caminar con nosotros? Llevamos
congelados y no queremos que se derritan.
-Por supuesto Bella Dama – Dijo él con una reverencia –
Permíteme ayudarte con eso – Dijo y le quitó la bolsa con su cena de las manos.
Por supuesto el hecho de que yo llevara 18 bolsas a cuestas le pasó totalmente
desapercibido. No es que me pesaran, pero ofrecer su ayuda habría sido mera cortesía.
Pero claro, no era a mí a quién trataba de impresionar.
-Gracias – Dijo Bella – Para qué me buscabas? Aro me
necesita?
-Oh no, yo te buscaba por mi cuenta – Respondió él con una
sonrisa matadora y acercándose más de lo que me parecía apropiado.
-Para…? – Preguntó Bella mirándolo a los ojos, llena de
curiosidad.
-Casi todas las noches salgo a alguno de los bares alrededor
de la plaza, tomo algunos tragos con amigos, ya sabes… – Dijo Demetri sin
incluir sus escapadas sexuales en esa historia.
-Ajá… no sabía que los vampiros podían beber… - Comentó
Bella.
-Sólo podemos procesar bebidas de alto contenido alcohólico,
vodka, tequila, whisky, ron… pero nada de ponche, vino o cerveza – Explicó –
Además necesitamos una dosis mucho más alta que los humanos para
emborracharnos.
-Ha! Nunca me he emborrachado… Félix, tenemos que agregarlo
a la lista! – Me dijo entusiasmada – Y tú te emborrachas conmigo!
-Lista? – Preguntó Demetri.
-No es nada – Respondí.
-Bueno, no terminaste de decirme para qué me buscabas! – Le
dijo Bella cambiando de tema. Bien, la lista era un asunto entre ella y yo.
-Oh claro… - Sonrió lascivamente – Te buscaba para invitarte
a acompañarme esta noche… - Dijo con esa voz que usaba para conquistar a sus
humanas borrachas.
-Gracias por pensar en mí Demetri, tal vez en otra
oportunidad… - Dijo Bella cortésmente.
- Estás rechazando mi invitación? – Preguntó Demetri más
sorprendido que ofendido.
-Sí, lo siento, pero hoy no es un buen día – Dijo ella.
-Pero… Podemos salir aunque sea un rato… - Trató de
negociar.
-Demetri, Bella dijo que no – Le dije reprimiendo mi
agresividad. Cómo se atrevía a pedirle una cita a Bella justo frente a mí,
después de que esa misma mañana le había advertido que se mantuviera alejado?
-De verdad, felices te acompañamos otro día, pero hoy no –
Le dijo Bella tomando la bolsa con su comida de las manos de Demetri cuando
llegamos a la cocina. Y no se me pasó por alto que Bella me incluía en la
invitación… A ella no le interesaba estar a solas con Demetri.
Bella comenzó inmediatamente a preparar un plato con un poco
de cada preparación. Los contenedores aún estaban calientes así es que no los
debió recalentar.
Mientras, yo ordené los víveres en sus lugares
correspondientes y saqué mecánicamente el jugo del refrigerador y serví un vaso
para Bella justo cuando terminaba de tragar su primer bocado.
Ella sonrió, se limpió la boca con la servilleta y tomó un
sorbo.
Yo me senté frente a ella con la libreta de “cosas que hacer
como humana antes de volverme una loca homicida” y comencé a hacer cálculos y
planes, agregando anotaciones a medida que se me iban ocurriendo.
Y durante todo ese tiempo Demetri nos observó en silencio.
oooOooo
Para cuando Bella terminó de comer Demetri se había retirado
sin despedirse.
oooOooo
Caminamos lentamente hacia la habitación de Bella, y todo el
tiempo pensaba en cómo decírselo. Seguro no le gustaría la idea. Y realmente no
había un modo concreto de obligarla, excepto involucrando a Aro, y eso no
sucedería.
Llegamos a su puerta.
Mierda.
-Bella… necesito que me escuches antes de reaccionar… -Dije
inclinándome hacia ella.
-Escuchar qué? Qué pasó ahora? - Dijo claramente preocupada.
-Nada, no ha pasado nada… es sólo que… si queremos hacer
todas las cosas de la lista te necesitamos completamente sana – Le dije en mi
tono más persuasivo.
-Okaaay… - Dijo ella esperando que desarrollara la idea.
-Quieroquetemudesamihabitación – Dije tan rápido como pude.
-Uh? - Dijo con el ceño fruncido.
-Que quiero que te mudes a mi habitación – Le dije, esta vez
muy despacio. Ella enrojeció y no dijo nada – Bella a lo mejor no me explico…
El doctor te recetó reposo para mejorar, es lo único que se puede hacer
realmente para acelerar el proceso. Por eso te voy a pedir que hagamos caso a
sus órdenes y te quedes en cama…
-Y para eso me tendría que mudar a tu habitación? Cuál es la
trampa? – Preguntó levantando esa ceja.
-No hay trampa! –Exclamé, sabiendo que sí la había.
-Félix… Cuando dices “reposo” de que estamos hablando
exactamente? –Preguntó ella peligrosamente calmada.
-De 5 a 7 días, según como evoluciones… -Respondí bajando la
voz.
-Estás enfermo de la cabeza???!!! – Susurró/gritó ella.
-Bella tienes que sanar, y francamente lo que más me
preocupa son los hematomas… si un pequeño coágulo se desprende y llega a tu
corazón o a tu cerebro… - No pude terminar la frase.
-Félix – Suspiró – Ese es el Dr. House hablando de nuevo! No
me va a pasar nada, relájate…
-No me puedo relajar, no con respecto a esto… - Dije - Quiero
que te mudes a mi habitación por una semana, porque ahí va a ser más fácil mantenerte
entretenida. Tengo varias consolas de videojuegos, una tele gigante y mi laptop
con internet a tu disposición.
Estaba pensando que a lo mejor podemos planear tus
actividades pre-loca homicida, como averiguar dónde tomar las clases de
paracaidismo, buscar en internet qué necesitamos para construir una laguna para
tus peces, ver dónde se consiguen, qué bomba de aire hay que instalar… Hay un
montón de cosas que podemos hacer, pero para eso tienes que estar sana. Quédate
acostada Bella… Por favor…
-Félix… -Se quejó.
-Por favor – Susurré inclinándome hacia ella aún más.
-Félix yo… - Balbuceó.
-Por favor – Dije susurrando contra su mejilla, a un par de
centímetros de la comisura de su boca.
-Ah… -Aspiró y se quedó totalmente inmóvil.
-Por favor Bella… Hazlo por mí… -Dije susurrándole al oído,
provocándole un estremecimiento.
-Está bien… - Dijo soltando el aire y relajando su cuerpo.
Yo me retiré despacio, despacio, deslizando mi mejilla contra la de ella.
Cuando me alejé lo suficiente para ver su rostro pude ver
que sus ojos estaban cerrados, sus labios entreabiertos y su corazón disparado.
Me acerqué nuevamente y con la mayor suavidad besé su mejilla.
-Gracias por dejarme cuidar de ti – Le dije y me enderecé.
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Uuuuuuuuh! Hasta yo pensé que se besaban! Que decepción… Pero en fin,
la tensión se sigue construyendo, y nuestro Félix se sigue encantando con
Bella.
Quién ha probado un sabor raro de papas fritas? El más raro que probé
yo era de pollo asado, raro sólo por que reproducían EXACTAMENTE el sabor de un
pollo asado… Como si en vez de papas estuviera comiendo un trozo de piel doradita
y crujiente *escalofrío* Eso no puede ser saludable.
Ah! Y todo lo que dije de Mc Donalds es verdad, está todo documentado.
De hecho en mi ciudad a una señora conocida de mi mamá le salió una cola de
ratón entera dentro de su hamburguesa… Hubo demandas, indemnizaciones y todo.
Me pregunto qué pasó con el resto del ratón.
Eso no significa que odie a Mc Donalds, de hecho me encantan el Big Mac
y los helados Mc Flurry con galletas Oreo. Sólo que me dan un poco de asquito,
y los como consciente de que cualquier día me aparece una cucaracha, un dedo
humano o un condón usado. Son los riesgos que tomo para conseguir mi ración de
Grasas Trans…
Opinen chicos, tenemos mucho tema que comentar en este capítulo.
Besos.
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