sábado, 11 de octubre de 2014

Mi Destino 5


Holaaaa! Tanto tiempo! Chicas lo siento por la demora, es que estuve un poco enferma, y no podía estar frente al computador por mucho rato, así es que este capítulo está escrito casi de a párrafos… Espero que de todas formas les guste.
Muchas felicidades a GLORY que está embarazada (en Chile decimos "esperando guagua", pero eso en otros países se entiende como "esperar el bus", verdad?) ya que ella sigue esta historia fielmente. Me encanta que nos involucre publicando fotos de la Eco en Facebook, gracias amiga, es maravilloso presenciar tu milagro, aún a la distancia…
Mil gracias a quienes me saludaron por mi cumpleaños, lo siento por no haberles agradecido de manera individual, pero nuevamente, no estaba en condiciones…
Por último, no duden que esta historia la continuaré, a lo mejor publicando menos seguido de lo que quisiéramos, pero no duden de mi compromiso con el fic y con ustedes.
Un abrazo grande!
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Capítulo 5
Another turning point, a fork stuck in the road
Time grabs you by the wrist, directs you where to go
So make the best of this test, and don't ask why
It's not a question, but a lesson learned in time
It's something unpredictable, but in the end is right,
I hope you had the time of your life.
Green Day / Time Of Your Life

BELLA POV
Estaba durmiendo en la cama acurrucada entre Jasper y Emmett, y cuando desperté, Emm estaba atendiendo una llamada del fono erótico y jugando con su Game-Boy, y Jas simplemente estaba recostado con las manos en la nuca, mirando las nubes a través del cielo de vidrio de la extraña casa de Garrett.
Pasadas casi cuatro semanas de los acontecimientos en la sala de los espejos, mi vida ya estaba adoptando una nueva rutina.
Y al fin me sentía segura.

No es que haya temido realmente que Gar o Peter o mucho menos Charlotte me fueran a hacer daño, o sea, bueno, admito que al principio sí, me asusté un poco, porque estaba herida y sangrante con un grupo de vampiros de ojos rojos, que de acuerdo a lo que Edward me había dicho, eran el equivalente al demonio. Bestias salvajes y crueles… Y mi experiencia con James y sus amigos sólo me habían corroborado esa opinión.
A eso hay que agregar las locas teorías de Garrett con respecto a almas gemelas, lo cual me confundía mucho, porque si bien Peter y su don habían acertado en muchas cosas, yo estaba bastante segura de estar enamorada de Edward… Edward era el único hombre que había amado y no me imaginaba que ese sentimiento fuera a extinguirse así como así.
Y no me malentiendan, Garrett es un hombre increíble, y cualquier mujer debería sentirse orgullosa de estar a su lado, pero según él nosotros deberíamos habernos enamorado a primera vista, y eso simplemente no ocurrió. O al menos a mí no me ocurrió…
Y es que a pesar de que me atrae su forma de ser y su convicción y pasión, es con el que menos me relaciono. Es extraño, pero los dos nos comportamos raros el uno con el otro, más tímidos, más torpes… Me sonrojo mucho cuando le hablo, porque su mirada es tan intensa que siento que me lee como a un libro. Y él no es mucho mejor! Con los demás Garrett es asertivo y competente, tiene un aire de autoridad sin necesidad de imponerse. Cuando habla, los demás simplemente escuchan. Pero conmigo… Se pone nervioso y sé que tiene mucho cuidado con lo que dice… Tiene miedo de causar una mala impresión o de que yo lo rechace abiertamente.
Y yo no haría eso! O sea, es verdad, estoy retenida contra mi voluntad, pero no puedo de ninguna manera decir que me han tratado mal o que he sido abusada de alguna forma. De hecho todos se desviven por tenerme contenta, y están tratando de atrapar a Victoria y a Laurent para que ya no sean una amenaza para mí.
Garrett me aseguró que una vez que pase el peligro soy libre de irme si lo deseo, y se notó que le costó mucho decirlo, porque él de verdad cree en esto del destino y las almas gemelas, y a veces lo veo tan triste y melancólico que quiero correr a abrazarlo, pero no lo hago. No puedo, porque sería cruel.
Sería darle alas, y no quiero ser responsable de su caída…
(Además aún estoy medio coja y no puedo correr).
Lo raro es (aunque jamás lo admitiría en voz alta), que no extraño tanto a Edward como habría esperado. La verdad es que apenas tengo tiempo de pensar en él durante el día, siempre estoy ocupada jugando a algo, conversando, hablando con los depravados del fono-erótico, tomando el sol en el patio con Char o leyendo alguno de los montones de libros que nos trajeron Jasper y Gar en alguna de sus visitas a la ciudad. Es casi como estar de vacaciones con amigos, lo único que me limita es mi pierna, que por lo demás ya se encuentra bastante mejor.
Cuando abrí los ojos Emmett me sonrió abiertamente mientras detallaba a su cliente cómo se estaba desnudando al ritmo de "You can leave your hat on" de Joe Cocker, que sonaba en los pequeños parlantes de su nuevo IPod. Este Emm es muy cliché…
Jasper por su parte, desordenó mi cabello y me dio una sonrisa tímida, apenas una pequeña curva de sus labios.
Mi relación con Jasper era distinta a los demás. Durante el escaso tiempo que duró mi relación con Edward, apenas si crucé un "hola" y un "adiós" con él. Escuché a Peter comentar que a Jasper no le permitían acercarse a mí, y por eso cada vez que yo entraba en una habitación él salía… Ya algo así me imaginaba, y me hizo sentir muy mal el haberlo desplazado dentro de su propia casa, con su propia familia.
Luego, para nuestro escape desde Forks a Phoenix, tuve la oportunidad de hablar con él un poco, pero más que nada nos comunicamos a través de su don… Porque así como yo era impermeable al don de Edward, era totalmente receptiva al de Jasper.
Char y yo lo conversamos un par de veces cuando los chicos salían a hacer cosas de hombres al bosque (No sé lo que hacían ni me interesaba… Supongo que se comparaban sus genitales a ver quién la tenía más larga, y luego luchaban y luego veían revistas sucias y eructaban… Vaya uno a saber…)
La teoría de Charlotte es que yo nunca quise que Edward pudiera leerme, ya que como él me gustó desde que lo conocí, me moría de vergüenza de que él supiera lo que yo pensaba de él. O sea, mantuve la guardia alta… Pero en cambio Jasper nunca me hizo sentir amenazada, a lo más un poco avergonzada, pero no lo suficiente como para necesitar protegerme de él.
En definitiva, según Char yo tenía un don, que estaba recién emergiendo junto a mi madurez física y emocional, y ese don era un escudo. Dijo que eran muy pocos los escudos de los que se tuviera conocimiento, y que todos ellos funcionaban un poco diferente entre sí. Dijo que nunca había visto a alguien en quien se reflejaran los dones de manera tan evidente en su forma humana, y estaba muy ansiosa de ver lo que sería capaz de hacer cuando me hubiera transformado.
Porque ella daba por hecho el que me transformaría.
Pero… Lo haría?
Hasta hace unas semanas no lo habría pensado dos veces, Si Edward me hubiera ofrecido la eternidad yo me hubiera despejado el cuello de inmediato, ansiosa por su mordisco… Pero ya no estaba tan segura…
Y qué pasaba si todos tenían razón y Garrett era la persona para mí? Qué pasaba si mi amor por Edward resultaba ser una infatuación, como decía Peter, sólo un primer amor, pero no el definitivo? Qué pasaría si Edward me mordiera sólo para descubrir que en realidad le pertenezco a Garrett? Si al convertirme en vampiro se desataba algo en mí, un instinto o algo que me hacía reconocerlo como mi pareja así como Garrett decía reconocerme a mí?
O peor aún… Y si no?
Y si lo que tenía con Edward era un amor adolescente, y me mordía y resultaba que Edward no era mi Pareja, pero Garrett tampoco? Me quedaría sola para siempre? No, no estaba dispuesta a arriesgarme. Me sentía como si todos tiraran de mí en distintas direcciones con sus opiniones y palabras de sabiduría, aunque lo hacían suavemente y sin la intensión de hacerme daño, de eso estoy segura…
Pero como fuera, sentía que me desgarraba por dentro, porque todas mis certezas se convertían en incertidumbres, y no sabía en quién confiar, porque ya no confiaba ni en mi misma.
Pero a veces Jasper estaba cerca y sentía mi tumulto interno, y silenciosamente me enviaba un poco de calma. No me forzaba a sentir cosas que no existían, sólo bajaba mis revoluciones y enfriaba mi cabeza. Por eso me gustaba estar a su lado… Porque no era necesario hablar, él entendía y me ayudaba de la mejor forma que podía… Regalándome la serenidad para ser capaz de tomar mis propias decisiones.
Oh Jasper! Me hacía sentir tan culpable…
Jasper escapó de Forks conmigo para protegerme, me ayudó a dormir, a tener un poco de paz, y lo más importante, me dijo convincentemente que yo valía la pena. Que a pesar de todos los problemas que mi presencia le estaba causando a la familia, yo lo valía.
Y yo cómo le pagué su gentileza y caballerosidad? Me escapé. Lo burlé y lo dejé afrontar las consecuencias de mis acciones él solo… Y aparentemente esas consecuencias fueron serias. Nadie me ha querido contar exactamente en qué consistieron, pero por lo que pude inferir, fue culpado por mi escape y mi muerte, y lo aislaron rodeándolo de sentimientos negativos, lo que en su caso equivale a una clase de tortura que solo él puede sufrir.
Suspiré pensativa… Jasper… De verdad le deseaba lo mejor… Ojalá pudiera reconstruir su vida y volver a ser el hombre fuerte que dicen que alguna vez fue, pero sin la depresión que le provocaba ser un vampiro que consumía humanos… Ojalá encontrara a su Pareja si es que tal cosa existía y Alice no era la suya.
O al menos el consenso general parecía ser que no lo era… Todos la odiaban…
Le envié a Jasper una oleada de cosas buenas… No podría definir exactamente qué, simplemente un saludo secreto que habíamos desarrollado. Yo había aprendido a conjugar distintos sentimientos y a enviárselos a través de la habitación, y él respondía con otro "paquete de emociones", y desarrollábamos un "ping-pong emocional" que acababa cuando alguno de los dos se desconcentraba de lo que originalmente estaba haciendo, como ver algún DVD, o leer, o en mi caso bordar con punto cruz, lo que requería una aguja de punta roma, por lo que no había peligro de pincharme y sangrar.
Obviamente Jasper casi siempre ganaba esos juegos silenciosos, me sentía como un chihuahua molestando a un gran danés, mi control emocional no era comparable al suyo, pero él me dejaba jugar igual.
Me concentré en pensar en todas las mañanas de navidad cuando era pequeña y corría escalera abajo a ver qué me había traído Santa Claus, y más importante, qué me había enviado papá. Los regalos de Charlie no eran necesariamente los mejores, pero siempre venía junto al paquete una foto de él afuera de la casa. Era una foto que se tomaba cada año para que lo recordara tal cual era, y en el reverso de esa foto me escribía un mensaje corto y seco, nada emocional a simple vista, pero yo sabía… Yo entendía…. Me extrañaba.
Y tenía cada una de esas fotos atesoradas entre mis objetos más preciados. La mayoría de los regalos ni los recuerdo, pero puedo detallar con precisión qué vestía Charlie en cada una de aquellas fotografías.
Ese sentimiento de euforia y anticipación es el que le envié a Jasper mientras me estiraba como si nada. Ningún gesto delató que lo sintiera, y me concentré aún más frunciendo las cejas y pensando en la vez que subí a una montaña rusa gigantesca en un viaje que hicimos René y yo a Las Vegas. Esa excitación y felicidad que dispara la adrenalina… Jasper reaccionó sin separar los ojos del cielo.
Me atacó con una ola de terror que duró apenas unos segundos, pero me hizo gritar como si me estuvieran estrangulando o persiguiendo con una motosierra. Era el miedo que le tienen los niños al monstruo del closet o a lo que vive debajo de su cama, un terror irracional y absoluto. Me cubrí la cabeza con la manta y me hice un ovillo.
-Qué pasó? – Gruñó Emmett saltando de la cama, claramente evaluando la situación.
-Isabella! – Entró a la casa Garrett frenético, abriendo la puerta de golpe y destrozando el cristal – Isabella, estás bien?
-Tramposo! – Grité dándole un puñetazo a Jasper, que se sacudía en silenciosas carcajadas – Eso no se vale! Aaaauch! – Grité cuando caí en cuenta de que le había dado un puñetazo a una pared de roca.
-Qué pasó? – Rugió Garrett.
-Al parecer Bella estaba jugando con Jasper otra vez – Murmuró Emmett, dándonos la espalda y volviendo a su llamada erótica como si nada… You can leave your hat on….
-Jasper qué le hiciste? – Preguntó Garrett con voz amenazante mientras se agachaba y trataba de quitarme la colcha de la cabeza, la que yo aferraba con todas mis fuerzas.
Jasper lo ignoró.
-Bella estás bien? – Preguntó Jas con un tono liviano y divertido, muy distinto a esa cara sombría y ausente que presentaba permanentemente cuando llegó.
-No, bastardo tramposo! Me hiciste sentir como cuando vi "Chucky el muñeco diabólico" por primera vez! O "E.T."! – Grité con los ojos bien cerrados.
-La estás torturando con tu don? – Preguntó Garrett furioso.
-Estábamos jugando, relájate – Respondió Jasper – Le tienes miedo a E.T.? – Me preguntó sonriendo de oreja a oreja.
-A Bella no la veo muy relajada – Interrumpió Garrett - No te voy a permitir que le hagas daño Jasper, físicamente o con tu don.
-NUNCA le haría daño a Bella! – Rugió Jasper, y pude sentir la vibración de su gruñido contra mi piel.
-Y por qué no saca la cabeza de las mantas? Se va a ahogar ahí debajo! – Exclamó Garrett.
Una oleada de calma y bienestar me cubrió de pies a cabeza y me atreví a asomar los ojos. Jasper miraba interesado y Garrett furioso. Creo que por primera vez temí a la reacción de Garrett… A pesar de sus ojos rojos por primera vez lo vi realmente como a un vampiro.
-E… Era un juego – Le dije con un hilo de voz – No te enojes, por favor…
-Si era sólo un juego cómo es que aún estás tapada hasta la nariz? – Preguntó mirando a Jasper como si le fuera a arrancar la cabeza en cualquier momento.
-Estoy bien – Le aseguré, pateando las sábanas y mantas, y quedando completamente descubierta salvo por mi pijama y mi bota roja – Gar, me ayudas a levantarme? – Pregunté estirando los brazos hacia él, tratando de difuminar la tensión imperante. Garrett le dio una última mirada asesina a Jasper, pero no fue capaz de negar mi petición… Según me explicó Charlotte el instinto de un macho por proteger a su Pareja era uno que no tenía comparación, y se posicionaría por sobre su necesidad de venganza, su rabia, su sed o cualquier otra cosa. El bienestar de la Pareja ante todo.
Se sentía bien sentirme tan valorada, tan importante para la vida de una persona, aunque esa fuera la persona equivocada…
Porque Garrett era la persona equivocada, verdad?
Porque yo amaba a Edward, y sentía que a su manera él también me quería y lo sacrificaría todo por mí…
Sin embargo había una diferencia… Algo indefinible que hacía que el amor incondicional de Garrett se sintiera más sólido, a pesar de apenas conocernos. Sería su convencimiento absoluto de que estábamos destinados el uno para el otro? Tal vez, o tal vez era que mientras Edward se resistió a mí y a nuestro amor como si se tratara de una maldición, Garrett lo abrazó como un regalo. Mientras Edward me mantenía a una "distancia segura", siempre manteniéndome a raya, en cambio Garrett estaba siempre a mi alrededor, y a veces por la noche me despertaba el suave movimiento de mi colchón… Era él, que apoyaba su cabeza en mis piernas y fingía dormir, levantándose silenciosamente al amanecer. Nunca hablábamos de eso, a pesar de que eran los momentos más íntimos que compartíamos.
Y aun así, no nos conocíamos, no conversábamos directamente… Yo por miedo a que él resultara tener razón, y él porque temía estar equivocado.
Luego de un dramático suspiro, Garrett me ayudó a levantarme y me entregó mis muletas. Yo le sonreí tímidamente en agradecimiento y me dirigí al baño.
oooOooo
-Bella, dulzura, prepara tus maletas, que nos vamos a Alaska! – Anunció Peter al entrar a la casa, besando ruidosamente mi frente.
-Alaska? Pero… A mí me gusta aquí! – Exclamé haciendo un involuntario puchero, ya acostumbrada al cálido clima de Arizona, que me permitía usar shorts y camisetas incluso los días nublados. Peter le sonrió enormemente satisfecho a los demás, y respondió
-No vamos de paseo, mi "Pequeño Aperitivo" – Dijo guiñándome un ojo, sabiendo que Garrett odiaba que me llamaran así. A mí no me importaba, darme un sobrenombre era la forma de Peter de integrarme a la familia, ya que decía que soy tan pequeña y delgada que no alcanzo para un plato principal.
-Entonces qué? Me van a liberar? – Pregunté frunciendo el ceño, con sentimientos encontrados. Ya estaba acostumbrada a nuestro hogar… El hogar de Garrett…
Sentí que se avecinaba el fin de una era… Podía calificarse de una "era" un período menor a un mes? Probablemente no… Aunque una era es una etapa, y esto marcaría una etapa en mi vida… De este viaje dependería el curso de mi futuro… Agh! Era como cuando de pequeña mi mamá me decía que ya se acababan las vacaciones de verano y que debía comenzar el año escolar en una nueva ciudad, en otro colegio. Cómo podía sentirme más segura y en paz con esta tropa de desconocidos come-humanos que en mi casa con Charlie y mis amigos y los Cullen?
Los Cullen… Nadie había querido decir nada acerca de ellos, al menos no frente a mí, pero yo sabía que algo andaba muy mal con esa familia, por algo Emmett y Jasper los habían abandonado…
Cuando a uno no le quieren decir las cosas al final uno se espera lo peor…
-No te vamos a liberar porque no estás presa Isabella, eso ya lo hablamos – Dijo Garrett molesto. Odiaba que yo hiciera referencia al secuestro, a pesar de que ya no me consideraba la víctima de los vampiros, sino algo así como la hermana menor a la que le podían jugar bromas pesadas.
Bueno, con todos menos con mi Pareja… Eeeeh… Garrett… Hummm… Él no tenía paciencia porque no teníamos la confianza para bromear, lo que era una lástima, porque a veces Peter soltaba perlas de la vida pasada de ellos como nómades y al parecer hubo un tiempo en el que Garrett, Peter y Jas sabían cómo divertirse.
Charlotte era increíblemente paciente…
Hacía yo más huraño a Garrett? Entonces no podía ser muy buena para él, verdad?
Pero yo quería…
Quería…
Aaaagh!
Volví mi atención hacia Peter y le dije
-Cuando partimos?
oooOooo
GARRETT POV
Odiaba lo que estábamos haciendo. Detestaba este plan. Mover a Bella no era la forma, en mi casa estaba protegida de toda amenaza, y los factores ambientales estaban controlados, pero una vez en el exterior, qué impediría a nuestros enemigos captar su esencia en un baño público, un local de comida rápida o una calle cualquiera?
Yo sabía que no podíamos esconderla para siempre y que no estábamos haciendo avances en Phoenix, nuestra única pista concreta se encontraba en Alaska con el clan Denali, viejos amigos de Carlisle. Yo conocía a Eleazar, el líder del clan, de la época en la que aún no se convertía en vegetariano, pero no al resto de su "familia"… Sólo había escuchado la reputación de zorras de sus "hijas", las hermanitas Denali.
El asunto es… Que ya me estaba acomodando a nuestra rutina. Era moderadamente feliz.
Estaba rodeado de amigos y la mujer que amaba, y a pesar de que nuestro avance era muy lento sentía que ella poquito a poco comenzaba a confiar en mí.
Y es cierto, estaba que hervía de celos por su cercanía con Charlotte, su complicidad con Peter, su desvergüenza y desparpajo con Emmett y su íntima relación con Jasper… Esta última era la peor, porque era invisible y evidente a la vez, se comunicaban silenciosamente tratando de no desconcentrarse de las tareas que estuvieran realizando, y ella había logrado lo que nadie más… Hacerlo reír a carcajadas.
No me malentiendan, yo quiero lo mejor para Jasper, pero no si es a costa de mis posibilidades con mi mujer… Por ejemplo el otro día ella estaba atendiendo una de sus llamadas del fono erótico, para las que seguía apestando, a pesar de lo cual tenía un puñado de clientes fijos; supongo que a los bastardos les calentaba el maltrato psicológico y su genuina ingenuidad….
Bueno, el asunto es que Bella estaba bordando una toalla de mano con pequeños diseños de diminutas vacas y cerdos, y sumergida en la más bizarra fantasía de que era una alumna de una escuela católica que se había portado mal y la habían enviado a ver al director para recibir su castigo. Mientras ella trataba de "negociar" para que el padre O´Hare le quitara el castigo, todos la observamos atentamente, pero pretendiendo hacer otras cosas. Si bien la ejecución era aún un poco burda, la fantasía era entretenida y rica en detalles que me hacían preguntarme de adónde sacaba sus fuentes de inspiración.
Ya para cuando el padre la había hecho doblarse sobre el escritorio y bajarse las bragas para recibir los azotes de la regla en el culito, toda pretensión de indiferencia por nuestra parte había desaparecido. Emmett y Char lucían orgullosos, Peter divertido, Jasper especulativo y supongo que yo lucía tan caliente como me sentía… Mierda! El jodido fono erótico era una tortura, verla gemir y relatar actos que debían ser realizados sólo conmigo, sólo para mí… Y no olvidemos mi largo período de abstinencia sexual…
El cuento es que Bella estaba dando pequeños grititos al ritmo de los golpes que daba con su havaiana contra el suelo de madera, relatando lo húmeda que la ponía que la disciplinaran, cuando de pronto el rostro de Bella cambió de indiferente a algo que no había visto nunca en ella… Se estaba excitando de verdad…
Siguió su relato sin perder el paso, pero dejó de lado su bordado para comenzar a apretar y soltar sus pequeños puños. Minutos después la vi frotar sus muslos disimuladamente y el aroma más intoxicador permeó el aire… Su perfume, su humedad, su calentura.
Por unos minutos no atiné más que a aspirar a fondo, tratando de grabar en mi memoria el aroma que estaba diseñado para actuar como mi kriptonita sexual. Lo sentía en mi lengua, en mi paladar y hasta en mi garganta, la podía saborear, pura, limpia, inocente… Mientras le ofrecía una mamada al "padre O´Hare" a cambio de que no la acusara con su mamá.
Y entonces caí en cuenta… los pezones erectos, la lubricación, la sangre concentrada en sus zonas erógenas, sus mejillas sonrojadas y las pequeñas gotas de sudor en su frente… Sus manos desesperadas por tocarse… Era una respuesta física que no era normal a las llamadas de los pervertidos de sus clientes!
Jasper.
Hijo de puta!
Gruñí furioso, irradiando ira y posesividad. No permitiría que jugara de esa forma con mi mujer.
Bella asombrada por mi agresividad elevó los ojos hacia mí, y en segundos comprendió lo que sucedía. Su rostro demostró toda la sucesión de emociones que sintió.
Sorpresa.
Vergüenza.
Rabia.
Vergüenza.
Venganza.
La havaiana que Bella aún tenía en la mano le sirvió para azotar la cabeza de Jasper que se retorcía de risa, pero sin dejar de lado su personaje de colegiala. Cada golpe era acompañado de una palabra o frase para su cliente.
-Oh, sí! – Gimió.
PAF!
-Duro padre, me gusta duro! – Demandó.
PAF!
-Oh que hermosa verga tiene padre, si dios no quisiera que la usara no se la habría hecho tan grande… - Ronroneó.
PAF! PAF!
-… Y gruesa! – Terminó.
PAF!
-Duro!, duro, duro! – Demandó.
PAF!
PAF!
PAF!
-Agh! Más, más!
PAF!
PAF!
Finalmente Jasper accedió a largarse con Emmett a cazar, ya que Bella estaba furiosa y se estaba empezando a desconcentrar, lo que afectaba el negocio, y eso Emmett, como su jefe, no lo permitiría.
Una vez que la llamada terminó, escandalosamente, debo agregar, yo no me pude mover durante un buen rato. Mi erección me tenía doblado en mi asiento y ponerme de pié sería evidenciar lo innegable.
Estaba cachondo perdido por mi mujer… Y todo su show no había sido para mí.
oooOooo
Empacar todo y partir hacia Alaska nos demoró básicamente por tener que elegir y ordenar las cosas que Bella necesitaría. Elegir su ropa y preparar algunos snacks para que aguantara hasta que consideráramos que estábamos en condiciones de parar y comprar algo mejor.
En la camioneta de Peter viajaban Peter, Emmett y Charlotte, y en mi Jeep viajábamos Bella, Jasper y yo.
Contra todos mis deseos, Bella decidió que viajaría en el asiento trasero, ya que tendría más espacio para dormir y estirar las piernas en el viaje de 62 horas hasta nuestro destino. Más si le agregábamos paradas para que Bella pudiera ir al baño, estirar las piernas, ducharse, etc.
No es necesario que detalle el infierno que fue ese viaje, 3 días encerrados en un espacio reducido, tratando de contener mi lujuria cuando Bella recibía la llamada de alguno de sus pervertidos y la sonrisa burlona de Jasper que sabía perfectamente lo que me sucedía.
Era humillante…
Era descorazonador…
No era para mí…
Desde el principio Jasper se tomó la noticia de que Bella es mi Pareja con una enorme calma, aceptándolo sin cuestionamientos, aunque en rigor tenía raptada a su "cuñada". Él no opinó, no me juzgó ni me aconsejó, simplemente se sentó como un observador en platea preferencial de mi desgracia….
Supongo que no es que no quisiera ayudarme, sino que se sentía en deuda con Bella, y se negó a confabular para manipularla, aunque fuera por su bien. Me calló la boca diciendo que eso es exactamente lo que Edward hacía con ella, decirle que lo que hacía y lo que la obligaba a hacer eran por su bien, quitándole las opciones.
En el camino, Bella escuchó horas de música en el IPod que le regaló Emmett, leyó hasta que se mareó y vomitó 5 veces a orillas de la carretera, se amurró y nos hizo la ley del hielo cuando le quitamos sus libros para que dejara de vomitar, durmió a ratos, contestó llamadas de tipos verdaderamente enfermos que le pedían cosas insólitas como uno que quería que lo contuvieran y lo masturbaran mientras otro tipo se cogía a su novia; otro tipo habló con ella dos horas mientras Bella relataba con lujo de detalles cómo enceraba el piso de madera de su casa y hacía el aseo con un pequeño uniforme y sin bragas; otro simplemente la quería escuchar masturbarse con un pepino; uno quería hacerle sexo oral y exigió que Bella describiera su vagina con lujo de detalles; otro la quería atar a una máquina sexual hidráulica, para penetrarla por horas y auto complacerse con el espectáculo; y había otro tipo que quería un trío pero tenía tendencias bisexuales, así es que incluyeron a Jasper para participar en el evento.
Escuchar a la mujer que amo tener sexo telefónico es una cosa, desagradable pero digerible… Pero verla interactuando con uno de mis mejores amigos, relatando lo que se harían mutuamente, llenos de una complicidad que no tenían conmigo, verlos gemir juntos, mientras yo como un idiota conducía a través de Calgary, Canadá… Mierda, estaba cada vez más encabronado, y no había nada que pudiera hacer. Bella en rigor no era nada mío, no le podía exigir que dejara su ridículo trabajo con Emmett, ni tenía derecho a mostrarme celoso de una amistad cercana que podía ver claramente que los beneficiaba a los dos…
No, el problema no era Jasper, el problema era conmigo… A todos los aceptaba menos a mí. No es sólo que no fuera su alma gemela, era también la persona que le causaba más rechazo del grupo.
Mierda! Mierda! Mierda!
Encontraríamos a Laurent, lo obligaríamos a decirnos dónde estaba Victoria y lo mataríamos.
Luego buscaríamos a Victoria y acabaríamos con ella.
Y entonces liberaría a Bella para que continuara con su vida como si yo nunca hubiera irrumpido en ella…
Tal vez regresara al sur… Allá siempre hay algo por qué luchar.
Tal vez María me aceptaría de vuelta… Eso me mantendría ocupado.
Al menos hasta que Bella hubiera vivido toda su vida humana… Cuando ella muriera yo moriría con ella.
No, no soy un suicida ni una especie de Romeo, es simplemente que una vez que dos mitades de un alma se encuentran, si una mitad muere la otra mitad la sigue. Mi alma reconoce a Isabella, y la seguiría hasta el mismo infierno, pero ella no me reconoce a mí… Si yo muero creo que sería un alivio para ella… Aunque no me arriesgaría a probar esa teoría.
Al final nos tomó unas 70 horas llegar a Fairbanks Alaska, donde estableceríamos nuestro "campamento base", lugar que consideramos relativamente seguro, ya que se encontraba a unas dos horas y media de camino de la casa del clan Denali.
Tomamos un par de habitaciones conjuntas en un buen hotel y dejamos tranquila a Bella para que se diera un largo baño de burbujas antes de sentarse a comer todo lo que pidió del menú… Un bistec del tamaño de su plato acompañado de una enorme orden de papas fritas, una ensalada mixta grande, pan de ajo, y de postre un helado llamado "The Munchies", que le recomendaron porque había sido elegido como el mejor sabor de helado del año anterior. Yo nunca comí helado como humano, pero no me pareció que los sabores combinaran… Estaba hecho de una base cremosa con gusto a pretzels, trozos de papas fritas, trozos de pretzels, trozos de galletas Ritz, y mini M&Ms. Era dulce y salado y extraño y a Isabella le encantó. Se lo comió todo y se despidió para irse a la cama, dejándonos sorprendidos con la capacidad de su estómago. Cuando fuera vampiro arrasaría con aldeas enteras… Si es que fuera vampiro…
Una hora y media después despertó transpirando helado y con dolor de estómago y ayudada por Charlotte, corrió al baño a vomitar hasta el último bocado.
Una vez que salió del baño, habiéndose lavado la cara y los dientes, todos la esperábamos preocupados. Ella se sonrojó un montón y se metió a la cama, tapándose hasta la nariz.
Char mandó a traer una infusión de menta y obligó a Bella a beberla a cucharaditas. Una vez que se tomó toda la taza se acurrucó y durmió durante diez horas.
A nosotros no nos importó esperar, Peter, Char y yo aprovechamos de cazar y junto a los demás nos instalamos a planear nuestro curso de acción, y cuando Bella despertó (con un hambre de oso en primavera, según reclamó), le dijimos que ella se quedaría en el hotel con Peter y Charlotte, ya que los Denali no los conocían, y serían vistos como una amenaza, y además alguien se tenía que quedar con Isabella.
Bella frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró. Nos miró a cada uno, fijó sus ojos en Jasper, y algo pasó entre ellos. Me cabreó no saber qué, pero él la hizo cambiar de opinión antes de emitirla. Entonces estudió la habitación con detenimiento, vio que había un menú bien variado, un montón de películas de estreno en el "pay per view", y su celular se estaba cargando en el velador.
Sí, se convenció, tendría en qué entretenerse, y sólo entonces afirmó con la cabeza, más resignada que persuadida.
Uno a uno nos despedimos de Bella, Emmett levantándola y haciéndola girar en el aire, chillando de la sorpresa; Jasper abrazándola y hundiendo su nariz en su coronilla; y yo me acerqué despacio, con las manos en los bolsillos, sin saber cómo decir lo que ella ya sabía, inseguro, inepto, sin atreverme a tocarla por miedo al rechazo… Un pollito enamorado, no un hombre maduro, con más de doscientos años de experiencia.
-Gar… Por favor, cuídate – Me dijo ella acercándose a mí, cojeando un poco, sin el apoyo de sus muletas. Yo me quedé en mi lugar, muerto de susto de que cambiara de opinión, y en menos de un suspiro la tenía en mis brazos… Por primera vez, por su propia iniciativa, por su propia voluntad.
La rodeé con mis brazos sintiendo que las rodillas me flaqueaban de puro alivio, hundí mi rostro en su cuello y me quedé ahí, tranquilo y feliz hasta que ella comenzó a mostrar signos humanos de incomodidad, cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a la otra. La solté de a poco, renuente, y cuando volví a mirar su rostro ella tenía los ojos vidriosos.
-Prométeme que te vas a cuidar? – Me pidió en voz baja. Los demás habían dejado la habitación para darnos la ilusión de privacidad. Estaban cambiando las cosas? Estaba por fin cumpliéndose nuestro destino?
-Te lo prometo – Dije con voz ronca. Y de regreso te voy a traer un regalo – Prometí impulsivamente, tratando de alegrarla un poco.
-No quiero regalos! – Exclamó ofendida – Regresen sanos y salvos, no necesito nada más! – Dijo y se le quebró la voz. Abrazó su propio cuerpo y bajó la cabeza. Pude oler la sal de sus lágrimas al deslizarse por sus mejillas.
-Isabella no… - Dije estirando las manos para tocarla y luego retrayéndolas. No sabía si ella querría mi consuelo.
-Ándate – Dijo – Te están esperando – Agregó.
-No, no te voy a dejar así – Le dije sonando medio ahogado – No hasta que me regales una sonrisa – Dije y rodeé todo su cuerpo con mis brazos – Estás atrapada y no nos movemos hasta que no sonrías.
-No hay nada por qué sonreír – Murmuró contra mi pecho – Ustedes se van a poner en peligro nuevamente, por mi culpa…
-Pequeña, toda mi vida me he puesto en peligro por muchas causas, algunas que valen la pena y otras que no tanto – Respondí – Y tú eres la más importante de todas.
-Gar… - Murmuró mirándome a los ojos.
-Dime…
-Gracias… - Dijo y se puso de puntillas para besar mi mejilla. No sé si fue porque soy demasiado alto y no calculó bien, o porque su pierna dañada no le daba suficiente estabilidad, pero sus cálidos labios besaron la comisura de mi boca. Ella se retiró de inmediato y se sonrojó como un tomate. Yo quise quedarme a su lado y hacerlo otra vez, pero comprendí que sólo conseguiría avergonzarla y cerrarla como una ostra.
-No hables con tantos pervertidos, y no comas demasiadas porquerías… Tu estómago aún debe estar delicado después de lo que lo hiciste pasar anoche – Le dije rozando su mejilla con mis nudillos – Vamos a estar de regreso antes de que te des cuenta – Dije, besé su frente y salí de la habitación.
oooOooo
El viaje a la casa del clan de Eleazar fue silencioso. Emmett manejaba, Jasper iba de copiloto y a mí me dejaron hundirme en la miseria en el asiento de atrás.
No quería dejar a mi mujer… No ahora que por primera vez habíamos dado un paso en la dirección correcta. No cuando por primera vez había demostrado interés y preocupación por mí… Pero si quería ganarme su amor lo primero sería asegurar su bienestar, lo que significaba eliminar cualquier amenaza que se cerniera sobre ella.
En lo más profundo de "Denali National Park and Preserve", se encontraba la casa del clan. Era una gran casa rústica construida en rollizos de madera, no una mansión, sino algo de un tamaño más manejable, con un toque más personal, grandes ventanas y vegetación que se colaba por todo alrededor…
Como era de esperarse, la familia nos esperaba en la puerta, habiendo escuchado el sonido de mi Jeep al acercarse desde muchos kilómetros atrás.
Yo conocía sólo a Eleazar, y con él había tres mujeres, dos rubias y una morena que se colgaba a su brazo, sumisa y asustada. Debía ser una vampiro antigua, convertida en épocas en que las mujeres tenían que ser débiles y complacientes, ya que Eleazar era viejo y "tradicionalista", lo que era claro en el evidente desdén con el que miraba a las rubias… Según Jasper y Emmett, las hermanas súcubos eran cosa seria.
Maldición! Faltaba una de ellas, y claramente Laurent no estaba, por lo que pude asumir que nos encontrábamos frente a Tanya y Kate.
Tanya, Irina y Kate no ganaban poder a través de sus conquistas sexuales, simplemente tenían una libido muy alta y no se negaban los placeres de la carne. Por eso ninguno de los hombres Cullen visitaba jamás a los Denali a solas… Esas mujeres se les tiraban encima sin importar que estuvieran casados con mujeres de un clan aliado.
Igual Emmett admitió que Irina lo había emboscado desnuda en más de una ocasión y se la había mamado un par de veces en el pasado, y sin que lo presionáramos agregó que la mujer tenía la garganta como una aspiradora, pero que su miedo a Rosalie le había impedido repetir más seguido la experiencia.
Tanya por su parte, estaba encaprichada con Edward, simplemente porque su virginidad y puritanismo eran incorruptibles, pero a pesar de su rechazo no se rendía, y buscaba una y mil formas de hacerle la vida a cuadritos al niño maravilla, tratando de quebrar su voluntad.
Y Kate… aparentemente estaba dispuesta a todo.
Emmett detuvo el Jeep frente a la casa y nos bajamos, Jasper y Emmett primero, y luego, lentamente yo, tratando de no aparecer como una amenaza, ya que era un desconocido para la mayoría.
Eleazar frunció el ceño, la morena dio un paso hacia atrás y las rubias nos estudiaron sin empacho, relamiéndose los labios y enderezando la espalda para resaltar sus pechos, sonriendo insinuantes.
-Eleazar, damas – Saludó Emmett extendiendo su mano al jefe del clan.
-Hola Emmett, a qué debemos el inesperado placer de su visita? – Preguntó Eleazar, más desconfiado que agresivo.
-Creo que ya conoces a Garrett? – Preguntó Jasper mientras besaba con desenvoltura las mejillas de las mujeres.
-Sí, nos conocemos, aunque no nos vemos desde hace mucho tiempo – Dijo estudiándome mientras me acercaba.
-Garrett, Jasper y yo tenemos algunos amigos en común – Dijo Emmett – Y estamos pasando una temporada con ellos.
-Y Rosalie? Y Alice? - Preguntó una de las súcubos, la que tenía el pelo de un color rubio rojizo y era más bajita, y que evidentemente había sido transformada muy joven… No mucho mayor que Isabella.
-Nos separamos, Tanya – Dijo Jasper sonando apenado, pero listo para ser consolado, desplegando todo su encanto. El bastardo estaba usando su don sobre este par de zorras, como si fuera necesario para hacerlas complacientes.
-Oh, qué lástima – Dijo ella sin poder esconder su sonrisa de anticipación.
-Y tú Garrett? – Preguntó la otra… Kate?
-Y yo qué? – Pregunté dirigiendo mi atención hacia ella.
-Estás casado? Tienes pareja? – Preguntó jugando con su largo cabello rubio, de un par de tonos más claro que el de su hermana, acercándose más allá de lo que me era confortable. Sus generosos pechos chocaron contra el mío y su rostro quedó a centímetros de mí. Era realmente alta para ser mujer, como una modelo europea e igual de desnutrida, salvo por esos melones adheridos a su delantera.
Ella no me habría gustado ni aunque no hubiera existido Isabella en mi vida; esa chica era poco natural, muy producida y maquillada, y además a mí, por machista que pueda sonar, me gusta ser más alto y fuerte que mi compañera, una de las muchas cosas que hacía a mi pequeña Pareja tan perfecta para mí.
-No, ninguna de las dos – Admití honestamente, muy a mi pesar.
-Si quieres te puedo mostrar el lugar – Dijo ella entusiasta, tomando mi mano. Seguro que el tour comenzaría por su habitación… Afortunadamente Eleazar pensó lo mismo, y la interrumpió.
-Ahora no Kate, vamos a conversar con nuestros invitados – Dijo señalando el interior de la casa. Él y su esposa Carmen entraron en la delantera, seguidos por Tanya que llevaba del brazo a Emmett y a Jasper, y a la retaguardia Kate y yo, ya que ella se negaba a soltarme.
Entramos a una gran sala con chimenea y una gloriosa vista del paisaje exterior, y nos repartimos en los sillones.
Yo me senté en una silla individual tratando de alejarme de Kate, pero ella simplemente se sentó en el brazo de la silla y apoyó su mano en mi cuello, jugando con mi cabello, desordenándolo aún más.
Resumiendo, no tuvimos suerte.
Irina y Laurent se encontraban cazando, y tuve la clara impresión de que aunque Eleazar y las demás supieran donde se encontraban, no compartirían esa información con nosotros…
Quedamos de regresar en un par de días, aduciendo que sólo queríamos hablar, hacer algunas preguntas. Decidimos largarnos a pesar de todos los esfuerzos de Tanya, que acariciaba a dos manos las piernas de Emmett y Jasper cada vez más cerca de sus entrepiernas, y de Kate, que ya casi estaba sentada sobre mí e insistía en hablarme insinuaciones al oído como si no fuera perfectamente capaz de escucharla susurrar desde cien metros de distancia.
Después de muchos besos, abrazos y promesas de regresar, huimos de ese maldito lugar.
Íbamos preparados para quedarnos, pero ese par de mujeres eran insoportables en su desesperación. Si tenían tanta necesidad de contacto sexual, por qué no vivían entre humanos de modo de tener con quién satisfacer sus bajos instintos?
Raro.
A mitad de camino nos detuvimos para que Emmett y Jasper pudieran cazar alguna presa pequeña antes de volver al hotel. Dejamos el Jeep a orillas de camino y nos dirigimos hacia el sonido de un arroyo… Generalmente se podían encontrar animales bebiendo, así es que sólo sería cosa de esperar.
Pero cuando estábamos llegando a la orilla, nos cruzamos con el rastro de un vampiro. Jasper y Emmett gruñeron y se lanzaron en su persecución, conmigo en sus talones. Una sola palabra cruzó los labios de Emmett…
-Laurent!
Corrimos aparentemente sin dirección, siguiendo rastros que se entrecruzaban, tratando de reconocer los más recientes, hasta que llegamos a un claro en el bosque… Ahí se encontraba un vampiro de raza negra y largos dreadlocks, arrodillado en el suelo, abrazando a una figura femenina.
Por un segundo pensé que la mujer sería Irina, ya que la espalda de Laurent tapaba el rostro de ella, pero el viento cambió de dirección y el cabello de la chica se movió, largo y castaño, no rubio como debía ser el de la vampira. Se escuchó un gemido… La chica aún estaba viva…
Bella?
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Y bien, ahí lo tienen, cuéntenme qué les pareció. Trataré de actualizar lo más pronto posible, aunque no prometo hacerlo tan seguido como les gustaría.
Pero no teman! No dejaré la historia a medias.
Cariños…


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