lunes, 26 de enero de 2015

Mi Destino 15

Espero les guste como vamos y compense lo lento de las actualizaciones. Se les quiere y recuerda cada día.
Abrazos.
A.
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Capítulo 15
Perhaps I knew her long ago
I wrote her poems at nine years old
But then I did become a man
The letter slipped right through my hands
Practiced all my wit and charm
Had many girls on every arm
I learned the depths of love and hate
But never did learn how to wait
Wait for you
You say it like it's easy to do
What a thing
To believe
In a dream
Wait for Me / Motopony

GARRETT POV
-Quédate tranquilo de una maldita vez! – Exclamó Peter.
-Trata de probarte tu este maldito corsé antes de abrir la boca, cabrón – Respondí botando el poco aire que quedaba en mis pulmones.
-Así no, lo están haciendo mal – Dijo Roger por quinta vez, exasperado. Lo único que quería era ayudar a prepararnos, pero Peter y yo nos negábamos a que nos tocara… Todo tiene un límite.

-Qué puedo estar haciendo mal? – Se preguntó Peter – Desamarrarlos en mis tiempos como humano solía ser fácil, y más si las señoritas ayudaban… No se supone que para amarrar un corsé solo basta con tirar de las amarras?
-Oh querido, por favor – Dijo Roger condescendiente, y pude ver en el enorme espejo de pared a pared de la habitación cómo ponía sus manos sobre las de Peter “para mostrarle cómo se hacía”. Juntos dieron otro tirón que me desequilibró y casi me deja sentado en el suelo.
-Mierda, Peter…! – Exclamé impaciente por terminar con la tortura – Es que no viste “Lo que el Viento se Llevó”? Necesito afirmarme de algo para que puedas tironear más fuerte… Necesitamos un tubo o un caño del que me pueda aferrar mientras tú tiras de las amarras…
-Bueno, tenemos el caño del escenario… - Dijo Roger suavemente.
-Vamos entonces – Dije saliendo decidido de la habitación – Peter! Trae ese jodido vestido!
Todas las personas que pasamos de camino al escenario me miraron aturdidas sin saber exactamente qué era lo que veían…
Ya estaba afeitado de cuerpo entero.
Ya me había puesto las ligas y porta ligas.
Ya me había puesto la ropa interior especial para esconder mi sexo entre mis piernas, que resultaba jodidamente incómoda.
Peter me había maquillado dramáticamente basándose en un tutorial que encontramos en internet, ya que yo no quería que Roger pusiera sus libidinosas manos sobre mí.
Mi larga peluca pelirroja estaba en su lugar.
Y vestía un bustier-corsé que incluía enormes pechos falsos a medio amarrar.
Me subí al escenario con el paso más masculino y digno que pude conjugar en ese atuendo y me aferré al tubo principal.
-Ya Peter! – Exclamé – Ven a amarrarme de una vez! Tienes que hacerlo por secciones…
-Pero y si lo tiro muy fuerte? – Preguntó Peter que desde que se había puesto su blanco vestido de Marilyn Monroe había empezado a hablar con voz suave y femenina, casi en susurros.
-Peter por la mierda! Deja de hablar como Marilyn, me estás asustando! – Exclamé.
-Estoy entrando en personaje – Susurró coqueto como lanzándome un beso. Puaj!
-Amárrame! – Grité. Ponerme el vestido sería cien veces mejor que estar medio desnudo disfrazado de drag-stripper frente a todo el mundo.
-No te preocupes Pete – Le dijo Roger con su voz de nenita colegiala inocente -  Ese corsé fue fabricado para vampiros, las barbas son de titanio…
-Si tú lo dices… - Dijo Peter tomando las amarras.
RiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiNG!
Mi teléfono.
Me lo alcancé a sacar del escote y decir “Al…” cuando Peter dio el primer tirón.
-Garrett? – Preguntó Isabella. Mi Isabella. Que no podía enterarse jamás de lo que estábamos haciendo, o no tendría cara para poder enfrentarla.
-Humph! – Resoplé con el segundo tirón. Peter no dejó de amarrarme a pesar de saber perfectamente quién estaba del otro lado de la línea.
-Garrett estás ahí? – Preguntó – Estás bien? – Se escucharon pasos y su voz preocupada – Chaaaaaaaaaaaaaaar! – Gritó golpeando una puerta.
-Mierda Bella, estoy en la ducha! – Dijo Charlotte a través del sonido del agua corriendo.
-Char, algo le pasa a Garrett – Dijo Isabella sonando aterrada.
-Ugh! – Fue lo único que logré decir ante el tercer tirón. Sólo faltaban dos.
-Tranquila “Bombón” – Resopló Peter – Sólo lo estoy encorsetando, por eso no puede hablar, le saqué todo el aire de los pulmones.
-Le contaste a Charlotteeeeegh…? – Murmuré/resoplé furioso.
-Por supuesto, es mi Pareja – Dijo rodando los ojos, como señalando una obviedad.
-Char? Char! – Exclamó Isabella – Garrett… Está bien? Por qué te ríes?
-Él está bien – Dijo entre carcajadas – Cuando pueda te lo va a contar él mismo, pero créeme, no le pasa nada.
-De verdad…? – Preguntó Isabella, desconfiada – Si le pasa algo me tienes que decir Char, no me mientas, él es mío ahora…
No tengo palabras para describir lo que sentí ante esa simple afirmación… Yo era suyo ahora.
-Huuuugh! – Resoplé nuevamente.
-Ya, estás listo, puedes tratar de respirar – Dijo Peter terminando de anudar las amarras. Roger aplaudió entusiasmado, por lo que asumí que había conseguido el efecto deseado.
Traté de llenar mis pulmones pero sólo pude llegar a un treinta por ciento de su capacidad normal…Con razón las mujeres antiguamente hablaban como en susurros y se desmayaban por nada… No era de sexis, o débiles, era literalmente por la falta de oxígeno.
-Isabella – Logré resoplar. Sonaba como un humano que ha corrido un triatlón.
-Garr! Estás bien? No me mientas! No te escuchas bien… Está Peter contigo? Por qué no te está cuidando? Si dejó que algo te pase le voy a patear el trasero… - Dijo en el lapso de dos segundos.
-Bien… Isa… Bella… - Jadeé.
-No suenas bien… Estás enfermo? Se enferman los vampiros? Garrett háblame! – Dijo sonando un poquito histérica… Y yo aún no recobraba el aliento como para tranquilizarla.
-Aquí Peter – Dijo Peter con su voz de Marilyn. Me llevé las manos a la cara… Esto era peor que no haber contestado.
Desde el otro lado de la línea se escuchaban los chapoteos y la risa de Charlotte.
-P…Peter? – Preguntó Isabella no muy convencida.
-El mismo que viste y calza – Respondió con voz sexi, girando en su lindo vestido blanco.
-Por qué hablas así? Y qué pasa con Garrett? – Preguntó ella.
-Estamos trabajando de encubierto – Respondió Peter.
-Pero están bien? – Preguntó ella sonando un poco más tranquila.
-Perfectamente – Respondió Peter.
-Garrett no puede hablar conmigo, verdad? – Preguntó ella suavemente.
-Nnnnnop – Respondió Peter – A lo mejor más rato… - Agregó vagamente.
-Ok, está bien… Pero está escuchando, verdad? – Preguntó.
-Fuerte y claro – Respondió Peter.
-Garr… Te extraño… - Dijo Isabella suavemente – Y… Y te amo – Agregó con voz casi inaudible, y antes de que yo pudiera reaccionar, colgó.
-Mierda! – Resoplé aún aferrado al caño.
-En cuanto se reacomoden tus costillas vas a poder hablar un poco más – Dijo Roger desde algún lugar de mi retaguardia.
-Pero mira esa cintura! – Exclamó Frank entrando al salón – Estás seguro de que no te quieres quedar con nosotros de forma más permanente? Con ese cuerpo podrías ser una de las drag más importantes de Las Vegas!
-Hey! Y qué hay de mí? – Preguntó Peter envidioso, con su susurro sexi.
-Peter, querido, te ves espectacular, por supuesto – Dijo Frank de inmediato – Roger hizo tu maquillaje?
-Dirigió a Garrett, y me enseñó a ponerme el body, que déjame decirte que no será un corsé, pero aprieta como uno… - Comentó Pete.
-Perfecto! Bueno, Roger, ayuda a Peter a ponerle su vestido a Garrett, no queremos que se le entierre en el estómago alguna de las barras de titanio por agacharse demasiado – Ordenó Frank.
Inmediatamente Peter y Roger se pusieron manos a la obra y para cuando Peter subía el cierre de mi espalda, Roger ajustaba a mis tobillos unos zapatos rojos con un taco aguja infernal.
-No pretenderán que camine con esto… - Mascullé.
-Eres un vampiro, tu sentido del equilibrio es perfecto – Dijo Frank luciendo extremadamente satisfecho – Hey Peter! Se me olvidaba, tenemos un par de fiestas de cumpleaños esta noche… Necesitamos que lleves los pasteles a las mesas correspondientes cantando “Happy Birthday” tal como Marilyn se lo cantó a J.F. Kennedy.
-No hay problema – Dijo Peter con su dulce voz de Marilyn – Mientras me des los nombres por adelantado para no equivocarme en la canción…
-El primer grupo es uno de veinte ejecutivos japoneses, y el cumpleañero es el señor Yamamoto. El segundo es de unos inversionistas daneses y el cumpleañeros es el señor Rommedahl, y por último tenemos un grupo de jubilados de Boca Ratón, Florida… Esos son los peores, un montón de viejos degenerados con más brazos que un pulpo… El cumpleañero de ese grupo es el señor Orwell – Detalló Frank.
-No hay problema, el “happy birthday” me sale estupendamente – Dijo Peter.
-Y no habrá forma de convencerte de subir al escenario Garrett? Podrías hacer un número musical… – Me preguntó Frank por octava vez.
-No Frank, no soy una artista, y sería una falta de respeto para tu staff que me presentara sin preparación alguna mientras ellos ensayan por meses – Dije abrazando esa excusa que me dejaba bien con todos.
-Pero ellos son humanos – Dijo Frank despectivamente – Y yo sé que tú podrías hacer un show estupendo.
-Bueno, ese no es el trato, así es que me quedaré como anfitriona si te parece – Le contesté medio cabreado.
-Bien, pero si cambias de idea ya sabes… - Dijo guiñándome un ojo. Se giró para llamar la atención de todos y dijo – Últimos detalles, abrimos en diez minutos!
Todos corrieron de un lado para el otro como pollos sin cabeza y yo fui al camerino a guardar mi celular junto al resto de mis cosas. Todo era un frenesí de labiales, delineadores y boas de plumas, pero a pesar de su concentración y del poco tiempo restante, todos se detuvieron un momento a mirarme, unos más disimuladamente que otros. Peter entró a los pocos segundos consiguiendo un efecto similar.
-Qué mierda les pasa? Es que nunca han visto antes a un hombre con un vestido de lentejuelas? – Mascullé sabiendo que sólo Pete escucharía.
-No uno al que le quedara tan bien como a ti – Respondió guiñándome un ojo – Somos vampiros, y siempre vamos a ser más atractivos que un humano, ya sea como hombres o como mujeres.
-No puedo creer que estemos haciendo esto – Dije en ese susurro/jadeo que se había convertido en mi única forma de comunicación.
-Son sólo dos días – Dijo Pete encogiéndose de hombros – A las chicas les va a encantar la anécdota, y vamos a conseguir un aliado invaluable.
-Eso espero… - Dije cerrando mi casillero. Me miré al espejo por última vez, incapaz de reconocerme y salí al salón principal, donde ya estaban en sus lugares los otros meseros: Cleopatra (de Elizabeth Taylor), Gatúbela (la de Halle Berry), Dorothy (del Mago de Oz), la Princesa Leia (en su bikini dorado), Barbarella (la de Jane Fonda, con pistola de rayos y todo), Ginger (de “La Isla de Gilligan”), entre otras… Y claro, Marilyn y yo.
No vale la pena detallar la noche, basta con decir que el público resultó ser exactamente lo que me esperaba… Un par de parejas curiosas y un montón de viejos pervertidos manos largas tratando de palpar debajo de mi falda o pellizcarme el trasero.
Recibí un montón de propuestas, cada una más indecente que la otra.
Una hasta involucraba a un burro…
Recibí cuatro llaves/tarjeta de cuartos de hotel.
Recibí varios cientos de dólares en propinas.
Y fui miserable cada segundo de la experiencia.
Peter en cambio, lo gozó como si esta hubiera sido su vocación.
Cantó, y bailó sensualmente arriba de la mesa de los japoneses mostrándoles las bragas.
Se sentó en el regazo de los viejos más asquerosos, y recaudó en su corpiño más dinero que una teletón.
Flirteó y encantó a cada hombre que encontró  su paso, y todo de tan buen humor que no parecía que estuviera trabajando.
Roger se lo comía con la mirada y en un par de ocasiones lo vi susurrarle al oído y entregarle una llave. Pete le guiñó el ojo pero no dijo “si” o “no”.
Frank no cabía en sí de felicidad de ver a su púbico tan satisfecho, y probablemente no le habría importado si Peter se cogía a su novio en el escenario esposado al caño.
Y mientras, se presentó el show de Amy Winehouse, Cher, Madonna, Shakira, Dolly Parton y las Spice Girls.
Fue una noche interminable, que concluyó con aún más propuestas de parte de Frank para ir a celebrar nuestro éxito.
Cortésmente, declinamos.
Sacarme el corsé me dolió casi tanto como ponérmelo, ya que mis órganos internos debieron reacomodarse a su posición original.
Inmediatamente me calcé mis jeans y le lavé la cara hasta casi despellejármela. Roger detrás de mí me pasó toallitas desmaquillantes, y me las restregué hasta sacar la última gota de pintura.
Sólo entonces volví a mirarme al espejo.
Mi cabello suelto y desordenado y mi rostro y torso sin rastro de maquillaje… ni de vello, excepto por mis cejas y pestañas.
Le gustaría a Isabella luciendo así?  Como un nadador o un bebé lampiño? Ella conocía mi cuerpo con pelo en pecho… Preferiría ella este look más metrosexual?
Edward Cullen no tenía vellos en ninguna parte… Probablemente ni en las bolas… No es que ella se las haya visto… Agh! No pienses en eso… Isabella me querría como sea, y mi vello volverá a crecer… Maldita sea!
Peter no tenía este problema porque él no era muy peludo para empezar, pero además era rubio, por lo que los vellos que tenía ni se veían… Por otro lado, Char lo recibiría como fuera, después de tantas décadas de soportar sus locuras, calvo o peludo le daría lo igual.
Por qué dudaba yo de mi Isabella entonces?
Ella no se lo merecía, a ella sólo le importaba que yo estuviera sano y salvo…
-Garrett estás listo? – Preguntó Peter interrumpiendo mi monólogo interno.
-Listo – Afirmé.
-Tienen nuestros números por si cambian de ideaaaa! – Canturreó Roger.
-Por supuesto, si nos arrepentimos serás el primero en saber – Dijo Peter con su voz normal y le guiñó el ojo, simplemente por joder.
-Seguros que no se quieren quedar en nuestra suite? – Preguntó Frank por cuarta vez – La cama es enorme, más que suficiente para los cuatro…
-Seguros, gracias, pero ya tenemos habitaciones en el Venetian, y no queremos desperdiciarlas – Dije sin mirar atrás – Nos vemos esta noche.
Y sin más nos largamos.
Retiramos el Jeep, y manejamos hacia nuestro hotel, cuatrocientos metros hacia el norte por la Strip. No parecía suficiente distancia entre nosotros y esa tropa de fenómenos, pero era verdad que queríamos conocer el hotel Venetian, y esta era una oportunidad tan buena como cualquiera.
Pedimos dos suites contiguas unidas por una puerta y cada uno se dedicó por un rato a hacer lo que quisiera.
Yo me di una larga ducha aprovechando la maravilla moderna que son los múltiples jets de hidromasaje y luego me puse unos bóxer, recordando mi promesa de no andar comando cuando no estaba con Isabella. Luego me oscurecí la habitación al máximo y me metí a la cama tapándome por completo… Lamentablemente no podía dormir, pero podía tratar de descansar mi mente… Siendo un nómade solitario durante años, la sobrecarga sensorial sufrida esta noche me había afectado mucho más que a Peter, que es un ser sociable por naturaleza y tiene un sentido del humor acorde a las situaciones más bizarras.
Yo sólo quería descansar.
Yo sólo quería olvidar.
Yo sólo quería a mi Pareja.
oooOooo
BELLA POV
Me levanté sintiéndome miserable. Había dormido muy poco, lo que de por sí me pone de mal humor, pero lo que realmente me tenía de malas era que Garrett no estuviera a mi lado.
Y no era un capricho o un simple “lo extraño”… Era dolor. Me dolían las entrañas de una forma que no había sentido jamás.
-Levántate Bella, no te voy a dejar que te hagas la enferma sólo porque no dormiste… Tienes que aprender a compatibilizar las cosas, al menos mientras sigas siendo humana… - Dijo Char desde el otro lado de la puerta.
-Duele… - Gemí enroscándome en posición fetal y cubriéndome completamente con la colcha.
-De verdad? – Preguntó Char más contenta de lo que me pareció apropiado considerando que le estaba diciendo que me encontraba en agonía.
-Duele – Repetí abrazada a mi estómago.
-Oh Bella! Sellaste el lazo! – Dijo Char saltando en mi cama y sacudiendo el colchón lo suficiente como para hacerme querer vomitar.
-Agh? – Pregunté tratando de no pensar en comida.
-El lazo Bella, el lazo! Es mutuo! Lo amas! – Exclamó feliz.
-Lo amo – Repetí.
-Y se lo dijiste… - Afirmó.
-Ajá – Suspiré.
-E hicieron el amor… - Terminó.
-Char! No es asunto tuyo! – Exclamé cubriendo mi cabeza con la almohada.
-Pffff! No es como si lo pudieras esconder de mí – Dijo, supongo que apuntando a su nariz.
-Pero… cambié las sábanas… - Balbuceé.
-Pero no el colchón o las almohadas – Dijo ella – No te preocupes, no tienes nada de qué avergonzarte -          Dijo.
-No es algo que dependa de mí – Dije.
-Hey, yo he estado en el mismo lugar que tu… - Dijo ella sonando más comprensiva.
-Char, por qué me duele tanto? – Pregunté con voz ahogada, segura de que me moría.
-Porque el lazo es nuevo… En esta etapa no deberían estar separados. A Peter y a mí nos llevó años de práctica el aprender a manejar la distancia – Dijo con un tono de voz que irradiaba empatía.
-Qué tengo que hacer? Char no te miento, siento como si un anzuelo tirara de mis tripas en la dirección en la que desapareció Garr… - Dije con voz lastimera.
-Tienes ropa de él? – Preguntó Char.
-Sí, me dejó algunas de sus camisetas para que use como pijama… Sabe que me gusta dormir con su olor… - Dije.
-Okay, vamos a racionarlas, como si fueran comida – Dijo decidida y abrió un cajón de mi cómoda.
-Qué vas a hacer? – Pregunté asomándome para verla tirar las seis camisetas usadas por Garr que me quedaban.
-Las voy a recortar y vas a usar tiras en tu muñeca y las vas a ir descartando a medida que se les pase el olor – Dijo revolviéndolo todo en busca de una tijera.
-No! A mí me gusta usarlas! – Chillé.
-No las puedes usar con el uniforme, son demasiado grandes, y tampoco puedes andar por ahí sin nada suyo, porque te vas a volver loca – Trató de razonar.
-No las quiero romper – Repetí lastimera.
-A ver… te parece si rajo una sola en varias tiras? Eso te puede durar una semana, y las vamos destruyendo a medida que las vayamos necesitando – Negoció.
-Está bien – Dije estirando el brazo para tomar una de las camisetas. Me la llevé a la nariz, inspiré y se me llenaron los ojos de lágrimas.
Después de eso me preparé para el día de clases y antes de salir de la habitación Char me puso el trozo de camiseta trenzado como si fuera un brazalete de la amistad. Conservaba vagamente el aroma de Garrett, y fue suficiente para apaciguar en parte mi ansiedad.
Mierda! Si hubiera sabido que hacer el amor con Garrett sellaría este lazo místico haciéndome imposible separarnos, lo habría pensado antes de embarcarme en esto sabiendo que estaríamos lejos al menos por un tiempo.
Al salir de nuestra habitación recibí un texto de Emmett: “Estoy afuera, bajen YA!”
Le respondí con otro mensaje: “Tengo hambre, ayer me comí sólo una barra de cereal y ahora quiero huevos con tocino. Vas a tener que esperar”
Su respuesta demoró segundos. “Si no sales ahora te voy a buscar y te saco arrastrándote de la coleta. Tengo dos barras de cereal”
Mierda!
-Emmett? – Preguntó Char.
-Nos quiere ver ahora, está esperando afuera – Le dije.
-Esto va a estar bueno – Comentó Char con una sonrisa pícara.
-Emm! - Exclamé poniéndome la capucha de mi abrigo. Estaba lloviznando, y Emm debía llevar largo tiempo expuesto, porque estaba empapado.
-Bells! – Dijo aliviado, botando el aire que contenía en sus pulmones. Se acercó a abrazarme fuerte y luego besó la mejilla de Char.
-Cómo estás Emm? – Pregunté poniendo mi mano en su mejilla. El pobre se veía absolutamente miserable.
-Ella no me quiere – Dijo con un hilo de voz – Me tiene miedo! Miedo! Odio ser tan grande! Soy una bestia!
-Emm… Nooo… Emily no te odia, cómo podría? Es sólo que ella es muy tímida, le cuesta entrar en confianza y a lo mejor se siente intimidada, pero no por tu tamaño, sino porque eres tan guapo… - Le dije.
Emmett resopló incrédulo.
-Bella tiene razón, sabes? – Dijo Char La gente hermosa intimida, es una de las razones por las que los vampiros damos miedo…
-Pero ella es hermosa, etérea, perfecta… Cómo podría sentirse inferior a un bruto montaña de músculos como yo? – Preguntó derrotado.
-Tú la ves así, pero ella se ve como simplona, del montón. Es tan tímida que no se atreve a destacar en nada por miedo a que se burlen… Probablemente no te teme a ti, sino a la posibilidad de que te rías de ella – Le dije – Y ahora dame mis barras de cereal! – Demandé mientras lo arrastraba hacia el costado de la iglesia, para protegernos de la lluvia. Char nos siguió.
-Ella es perfecta! – Insistió Emmett hurgando sus bolsillos hasta encontrar dos barras de cereal dietéticas completamente deformadas.
-Emmett, que asco, sabes que me gustan las de chocolate! Y qué mierda le hiciste a mis barras? – Pregunté fastidiada, abriendo un empaque con los dientes.
-Son delicadas, se aplastaron un poco – Dijo sin prestar atención.
-Así veo – Mascullé mordiendo la que había abierto. Estaba harinosa, probablemente vencida, pero el hambre superó a la precaución y tragué para dar otro mordisco.
-Volviendo a lo de Emily… – Dijo Char cautivando toda la atención de Emmett - …Creo que va a ser un ejercicio conjunto, vas a tener que conocerla de a poco y permitirle que te conozca a ti… Pero pacientemente, como hizo Garrett, tú sabes que al principio Bella no quería nada con él y ahora anda retorciéndose de dolor por la separación – Dijo y yo asentí y olisqueé mi “pulsera” con la boca llena. Nadie podría acusarme de comer como una dama.
-Pero el instinto… Necesito…  - Balbuceó.
-Lo siento Emmett, entiendo la compulsión de tocarla y hacerla tuya, pero ella no la siente, así es que no importa lo que necesites, porque a menos que la vampirices a la fuerza, y eso si que no te lo recomiendo, vas a tener que tener paciencia – Dijo Char.
-Veo un problema en el horizonte – Dije metiendo mis envoltorios vacíos en el bolsillo de la chaqueta de Emmett.
-Qué? – Dijo Emm tomándome de los antebrazos un poco muy fuerte. Quedarían marcas, y a Garrett no le gustaría.
-Nada muy serio, verdad Bella? – Dijo Char con cara de “acaso eres idiota”?
-Esta semana es la de preparación para los exámenes, el sábado es el baile y la otra semana son los exámenes… Y entonces se acaba el colegio! – Expliqué - Había pensado que tendríamos que fallar en los exámenes para tener que regresar a la escuela de verano, pero eso igual nos deja como un mes libre en Julio… No veremos a las chicas en ese período, y apuesto a que Emily no debe tener ninguna nota bajo un ocho, así es que no va a volver hasta fines de septiembre...
-Qué vamos a hacer? La voy a seguir donde vaya, no la puedo dejar – Dijo Emmett desesperado.
-Que oportuno momento para notar ese problemita Bella – Dijo Char con los ojos entrecerrados, destilando veneno.
-No era un problema hasta ayer – Le dije sacándole la lengua – Y se me ocurren dos cosas, que no sé si funcionarán, pero algo es algo…
-Dime, dime, cualquier cosa… - Dijo Emm ansioso.
-Bueno, la primera no me gusta mucho, pero qué se le va a hacer… - Dije encogiéndome de hombros – Hacemos fallar a Emily en alguno de sus exámenes, para obligarla a volver a la escuela de verano. No debería ser muy difícil para ustedes entrar a la oficina de alguno de sus profesores y cambiar sus respuestas…
-No me gusta, le estaría haciendo daño – Dijo Emm cruzándose de brazos.
-No es mala idea – Dijo al mismo tiempo Char, asintiendo.
-A la larga es por su bien Emm, Emily va a vivir feliz vampirizada contigo por siempre, una mala nota no va a importar en el gran esquema de las cosas – Traté de apaciguarlo.
-Bueno, y tu otra idea? -  Preguntó Char.
-Esa es más complicada, tal vez necesitemos la asesoría de Peter… - Dije – Había pensado invitarla a ella y a Gaby y a Kristy a algún tipo de vacación en un lugar seguro, un rancho o una cabaña cerca de un lago o algo así… De ese modo nos aseguramos de que esté con nosotros y regresamos al internado todos juntos… - Dije.
-Y por qué a las otras dos? - Preguntó Emm – Esa Gaby no dejó de lanzarme todo tipo de insinuaciones ayer después de que te fuiste.
-Phhhh! – Resoplé – Gaby se le insinúa a todo el mundo, más aún a un chico nuevo y guapo como tú – Le dije orgullosa de ser su hermana, aunque fuera de mentira – Y las tenemos que invitar porque necesitamos que Emily se sienta cómoda, y a nosotras no nos conoce tanto como para ir a encerrarse en una cabaña o el lugar que sea a solas por un mes.
-Gaby probablemente va si van chicos… – Dijo Char.
-No me importa quién más vaya, siempre que no sea competencia por Emily – Dijo Emm.
-…Y Kristy va si van las otras dos – Dije.
-Y sabemos que no tienen mejores planes? – Preguntó Emm nuevamente inseguro
-Lo mismo de todos los años, vacaciones de lujo a alguna parte, pero nada que las entusiasme de verdad… - Respondí - Tal vez si les ofrecemos pasar el cuatro de julio con amigos y hacer una gran barbacoa… Tú sabes, algo más tradicional y la posibilidad de comportarse como adolescentes…
-Me parece una buena idea – Dijo Char – Voy a conversarlo con Peter para que se ponga a pensar en la locación, porque debe ser un lugar atractivo y seguro a la vez.
-Ya están empezando a entrar – Dije girándome al escuchar conversaciones cercanas – Hola Emily! – La saludé de lejos al verla, mientras tironeaba la manga de Emmett, que estaba súbitamente paralizado – Si no te vas a mover al menos sonríe! – Mascullé entre dientes.
-Hola – Dijo Emily sonriendo tímidamente pero mirándome sólo a mí. Se acercó a nosotros con Gaby y Kristen a su lado.
-Hola Emmy – Dijo Gaby con entusiasmo.
-Hola Emmett – Dijo Kristy rodando los ojos ante los flirteos de su amiga.
Y Emmett siguió sin reaccionar, con la mirada fija en Emily, que se empezó a retorcer en su lugar, incómoda.
Char reaccionó dándole un buen codazo que imagino iba dirigido a las costillas pero que le aterrizó en la cadera, ya que Char es muy bajita y Emm un maldito gigante.
-Reacciona, pedazo de idiota, van a pensar que tienes daño cerebral y no van a querer ir a ninguna parte con nosotros – Susurró Char lo bastante fuerte para que yo escuchara, pero no para que escucharan las demás.
Emmett pareció despertar de pronto, sacudió la cabeza y desplegó su sonrisa más encantadora.
-Lo siento, estaba concentrado pensando en otra cosa – Dijo amablemente – Cómo amanecieron?
Y de ahí la conversación fluyó más libremente. Emily no dijo nada y Emmett no se dirigió a ella directamente, pero al menos ya no estábamos todos incómodos
-Vamos niñas, qué hacen mojándose aquí afuera? El servicio ya va a comenzar – Interrumpió la hermana Clara – Y él quién es? No me parece haberte visto… - Le dijo a Emm.
-Este es mi hermano Emmett – Dije sacando pecho, orgullosa de presentarlo.
-Oh… No sabía que tenías un hermano… - Dijo ella estrechando su mano – Mucho gusto – Dijo con una sonrisa.
-Soy su secreto mejor guardado – Dijo Emm con una sonrisa pícara, que hacía imposible no adorarlo, lo que quedaba demostrado con los suspiros de Gaby – Encantado de conocerla.
-Tienen la misma edad? – Preguntó la hermana Clara.
-Somos mellizos, por eso no nos parecemos tanto – Dijo Emmett muy serio – En el útero me robé toda la comida y por eso yo soy grandote y ella una enana delgaducha, es la más débil de la camada – Dijo tomándome en sus brazos y sacudiéndome de un lado al otro.
-Eeeemm! – Chillé mientras las demás se reían del contagioso buen humor de mi hermano.
Y claro, llamamos un montón la atención de los otros chicos y chicas que iban entrando a la iglesia.
-Sólo cuando digas las palabras mágicas – Canturreó asegurándome con un brazo y haciéndome cosquillas con la otra mano.
-Nooooo! – Chillé.
-El monstruo de las cosquillaaaas… - Cantó moviendo sus dedos amenazadoramente.
-No, no lo harías – Dije segura de que no me haría nada frente a las monjas y curas presentes, pero a la vez pataleando para escapar, y probablemente mostrando a todos mis bragas celestes con puntitos blancos en el proceso.
-No? Bells, que poco me conoces – Dijo con un puchero… Y atacó.
Luché, me retorcí, grité y pedí piedad.
Nadie me defendió, porque estaban muy ocupados riendo del espectáculo que les ofrecía mi hermano.
-Vale, vale – Jadeé – Me rindo…
-No suenas muy humilde… - Dijo escéptico.
-Me rindo! De verdad! – Grité.
-A ver – Dijo regodeándose – Ríndete.
-Me rindo, oh Gran Emmett… - Mascullé.
-No se escuchaaaaaaa! – Canturreó posando su dedo índice en mi costado, pero sin presionar.
- Me rindo, oh Gran Emmett ante tu sabiduría, inteligencia y superioridad física… - Dije en voz alta.
-Algo que agregar? – Sonrió una sonrisa enorme.
-Eres el hombre más atractivo del mundo, más guapo que Brad Pitt en “Leyendas de Pasión”, más cool que Tom Cruise en “Top Gun”,  más sexy que George Clooney en “E.R” y vas a seguir siendo sexy más tiempo que Sean Connery, porque tienes todos los buenos genes de la familia y para mí no alcanzó ninguno!!! – Lancé de una vez.
-Humph! Al menos lo reconoce – Escuché a Amanda decir bien alto a una de sus súbditas.
-Déjame Emm! La voy a matar! – Pataleé un poco más.
-No te pueden expulsar ahora – Me dijo al oído antes de dejarme en el suelo. La multitud que atrajimos se empezó a disipar y del otro lado de la puerta vi a Brennan, que observaba nuestra interacción aparentemente bien serio, pero con un brillo de diversión en los ojos. Fui infantil, lo sé, pero le saqué la lengua, lo que lo hizo soltar una carcajada y se giró para entrar a la iglesia.
-Cuando te enseñó a decir todo eso? – Me preguntó Kristy enlazando su brazo con el mío.
-Ha sido un proceso lento y doloroso – Respondí – Se aprovecha de que es el más grandote.
-Yyyyyy? – Dijo Emm detrás de mí. Lo miré y tenía abrazadas casualmente a Emily con un brazo y a Gaby con el otro.
-Y sabio, inteligente, superior físicamente, guapo, cool y sexy – Recité.
-Y tú Charlotte, tienes hermanos? – Preguntó la hermana Clara.
-Sí, Peter, el rubio que nos vino a dejar con mi tío – Dijo ella automáticamente - Pero él es mayor, tiene veintitrés años.
-Una versión rubia de ti? – Preguntó Gaby súbitamente interesada – Es soltero?
-Por el momento – Dijo Char evasiva.
-Ah, pero tiene que tener algo malo, es bajito? – Preguntó Gaby.
-Nop, es como diez centímetros más bajo que Emmett – Dije con una sonrisa.
-Es guapo? – Insistió.
-Mmmmmh… Bueno, todo depende de si te gustan los rubios estilo surfista californiano – Le dije entrando al pasillo y tan metida en la conversación que olvidé persignarme – Personalmente me gustan los morenos, son más sexis y misteriosos… - Afirmé.
Y claro, con mi suerte, esa joya salió de mi boca justo cuando pasábamos junto a Brennan, que estaba sentado en la orilla del banco y me escuchó perfectamente. Lo sé porque levantó la cabeza con el asomo de una sonrisa en sus labios y me miró especulativamente, como para descubrir si le estaba dedicando una indirecta o no.
 -No es estilo surfista, es estilo vaquero! – Dijo Char ofendida, sin importar que estuviera casi ofreciendo a Gaby su Pareja.
-Oh! Que emoción! Los vaqueros me gustan aún más… - Dijo Gaby.
Afortunadamente entró el padre Thomas y nos debimos callar la boca. Emm se debió sentar junto a los demás chicos y nosotras lo hicimos en nuestros puestos de siempre.
Luego de la misa nos separamos con una simple seña de manos y alcancé a comprender que volvería a almorzar barras de cereal vencidas… En fin.
oooOooo
-…El siguiente laboratorio lo vamos a realizar en parejas… - Dijo la monja profesora de biología. Estábamos diseccionando organismos vivos, desde lombrices hasta sapos, ratas y palomas, y yo odiaba cada momento. Era lo único que no me gustaba de esa asignatura, el matar seres vivos.
-Emily! – Exclamé – Trabajas conmigo? Yo soy tan mala en biología, y tú me podrías ayudar… - Le pedí haciendo un exagerado puchero.
-Bueno… Si quieres… - Dijo un poco insegura. Ella siempre trabajaba con Gaby o Kristy, pero yo no le había dejado muchas alternativas a menos que estuviera dispuesta a rechazarme abiertamente, y ella era demasiado dulce y amable como para hacer eso.
Nos pusimos manos a la obra calzándonos guantes y antiparras. Emily efectivamente era buena en biología, ella quería estudiar medicina, y no le temblaba la mano a la hora de usar el bisturí. Yo tomé la libreta de apuntes y comencé a rellenar el cuestionario de acuerdo a lo que ella me dictaba, ya que decidí darle la espalda a la mesa y la masacre de ratones.
-Creo que eso sería – Dio Emily comenzando a ordenar.
-Emily, lo siento, pero te juro que no es que no quiera hacer mi parte del trabajo, es que no soporto la sangre… El olor me marea… - Le dije respirando por la boca.
-No te preocupes – Dijo ella con esa voz tranquila que tenía, tan distinta a la dura y seca de Rosalie. Con razón Emmett huyó de ahí – A ti te da miedo la sangre, a mí me dan miedo otras cosas...
-Como qué? – Pregunté interesada.
-Como la gente… - Dijo despacio – Los chicos sobre todo… A este paso nunca voy a tener un novio si no soy capaz de decir nada en su presencia…
-Bueno, sé de alguien que sí está interesado en ti… - Dije lanzando la carnada.
Pasaron unos minutos hasta que picó.
-Quién? Me hablas en serio o te estás burlando de mí? – Preguntó girándose con un montón de algodones ensangrentados en las manos. Yo me giré hacia la pared haciendo arcadas y me tuve que sentar, ya que me sentí súbitamente débil.
-Oh, Bella lo siento – Dijo metiendo todo lo utilizado en la bolsa asignada para los desperdicios.
-Está bien, no fue a propósito… - Dije tratando de respirar profundamente. Abrí la ventana y saboreé el aire limpio. Una vez que me sentí mejor me di vuelta y me senté junto a Emily, que me miraba con cara culpable y contrita, sus ojos azules enormes en su carita de niña.
 -Bueno – Suspiré – Como te estaba diciendo, hay alguien interesado en ti, y a ese alguien le gustas un montón, tal como eres.
-Quién? – Preguntó ella ansiosa.
-Mi hermano Emmett, por supuesto, no has visto cómo te mira? Lo tienes trastornado! – Le dije sonriendo.
-Tu… Hermano? Pero él es… No, yo creo que te equivocas… - Dijo ella negando con la cabeza.
-Te aseguro que no me equivoco – Le dije.
-Pero yo no soy el tipo de chica para ese tipo de chico… - Balbuceó enrojeciendo.
-Eso no lo sabes, lo que dices son tus propios prejuicios expresándose libremente. Tú juzgas a la gente del mismo modo que crees que te están juzgando a ti, y eres incluso más dura que los demás – Le dije frunciendo el ceño.
-Bella tu hermano es… Enorme  ruidoso y guapísimo y en menos de un día ya es uno de los chicos más populares de los dos colegios! Incluso escuché que Amanda puso sus ojos en él… - Dijo ella.
-Si, todo lo que dices es verdad, aunque lo de Amanda no lo sabía, guácala, que asco tenerla de cuñada, te imaginas? – Pregunté y Emily sonrió – Pero a pesar de lo grandote y de lo bestia que es a veces, no vas a encontrar a un hombre más dulce y leal que Emmett. Él se fijó en ti, no en esa tropa de clones de Paris Hilton que pululan por los jardines. Él dice que eres hermosa y que tu presencia tranquila y silenciosa lo calma… Yo nunca lo había visto así.
-Pero y las demás chicas? Cómo voy a competir con ellas? – Preguntó mirando al suelo y retorciendo la basta de su delantal.
-Es lo que te digo, no hay competencia – Le dije poniendo mi mano sobre la suya para que no siguiera arrugando su uniforme – Te voy a contar algo que tal vez no debería, pero aquí va: A Emmett como te podrás imaginar nunca le han faltado mujeres guapas, de hecho su última novia era literalmente la mujer más hermosa que he visto en mi vida…
-Ves?! – Exclamó – Y qué quiere entonces conmigo? Soy alguna clase de experimento?
-Como te iba diciendo… - Le dije levantando una ceja con clara censura en mi rostro – Su novia era físicamente perfecta. Tanto que yo odiaba estar en la misma habitación que ella porque me hacía sentir fea e inadecuada en comparación, pero sabes qué pasó? – Pregunté.
Emily negó con la cabeza, atenta a cada una de mis palabras.
-La dejó – Afirmé – La dejó porque era una bruja insoportable, y después Emm me dijo que nunca más quiere estar con alguien cuya principal ocupación sea mirarse al espejo. Me dijo que quiere encontrar a una buena chica, alguien que lo quiera y alguien a quien amar…
-No es muy pronto para que un chico de su edad quiera algo serio? – Preguntó Em.
-Lo sería si mi hermano fuera un chico común, pero debes considerar que la única familia de Emmett soy yo… Y él es una persona que necesita dar amor… Ya vez cómo me trata a mí, sacudiéndome de un lado para el otro en su afán por ser cariñoso sin mostrarse vulnerable…
-Es dulce, la mayoría de los chicos reniegan de sus hermanas – Dijo Emily.
-En cambio Emmett se cambió de Estado y de colegio para estar conmigo – Sonreí.
-Y llegó a tu bautismo… - Dijo ella.
-Exacto! Y entonces ayer te vio y no sé qué le pasó, llámalo amor a primera vista si quieres, pero la cosa es que le gustas Emily, así tal como eres. Si quisieras darle una oportunidad yo creo que se balancearían bien, él es el ruido y tú el silencio, él es extrovertido y tú tímida, él es grande y tu pequeña… Pero en lo esencial son muy parecidos – Le dije entusiasmada – Ambos tienen un corazón de oro, y ambos quieren dar y recibir amor… Y yo te aseguro de que Emmett no es de los que se olvidan de abrirte la puerta o de un aniversario…
-No lo sé… - Dijo mordiéndose una uña.
-Es por Mathew Archer? – Pregunté casi escupiendo ese nombre.
-Archer? – Preguntó – Oh no… Él no me notó durante todos estos años, mis sentimientos por él siempre han sido unilaterales, y no es como si estuviera enamorada… Es simplemente el chico que me gusta… El que siempre me ha gustado, y ya no sé ni por qué. No es particularmente inteligente ni una buena persona, es simplemente guapo y encantador. Supongo que en mi afán por romantizar mi vida le di a Archer cualidades que no posee… Es duro admitirlo sabes? – Dijo con los ojos brillantes – Admitir lo tonta que has sido…
-Lo sé – Le dije – Sé exactamente de qué hablas… Yo creí que mi ex novio era el hombre de mi vida, que sería imposible sentir algo más grande y complejo por alguien más, pero ya ves, se puede… Y la decepción es enorme.
-Estás con alguien ahora? – Preguntó interesada – Alguien a quien amas de verdad?
-En otro momento te prometo que vamos a hablar de mí, pero por ahora concentrémonos en ti – Le dije – Entonces, si no estás enamorada de Archer, le darías una oportunidad a Emmett?
-Qué clase de oportunidad? – Preguntó ella vacilante.
-Podemos comenzar por almorzar todos juntos en el jardín – Le dije.
-A Gaby le gusta Emmett – Dijo mordiéndose el labio.
-A Gaby le gustan todos y Emmett ya me dijo que ella no le gusta ni una pizca – Respondí.
-Ok… - Sonrió Emily.
-Y tal vez, si te sientes cómoda con él podrían ir al baile juntos – Sugerí. Emily abrió los ojos aterrada y comenzó a hiperventilar – O podemos ir todos juntos! – Dije rápidamente – Em, no te estoy presionando, te estoy diciendo simplemente que hay un chico al que le gustas, que te quiere conocer y al que le gustaría llevarte al baile. Nada más. Tú pones el freno, y él nunca te va a tratar de obligar nada, o lo voy a castrar personalmente. Vamos a estar todos en el mismo salón, y si en un momento te quieres ir, nos vamos, total los dormitorios están a media cuadra del salón…
-Gracias Bella… - Dijo ella tomando mi mano.
-Gracias a ti – Respondí.
-A mí por qué? – Preguntó.
-Por encargarte de la sangre y las vísceras – Dije haciendo un gesto de asco. Miré al otro extremo del salón y Char me guiñó un ojo y me dio una sonrisa de aprobación.
Esa conversación había salido bien.
oooOooo
Almorzamos todos juntos en el jardín, haciendo un gran picnic bajo una pérgola de madera que nos cubría de la humedad imperante. Emm y Emily no llegaron a conversar realmente, pero él le acercó un par de cosas como sal y servilletas, y se miraron y sonrieron un montón.
Y no tuve que comer barras de cereal.
No podía pedir más.
oooOooo
Al llegar a los dormitorios luego de la clase de la tarde la monja del escritorio de recepción nos detuvo diciendo que habíamos recibido sendos paquetes. Eran paquetes enormes, y volamos por las escaleras abrazadas a ellos para llegar a abrirlos pronto. Al entrar a nuestra torre nos dirigimos cada una a su habitación para abrir nuestros paquetes en privado.
Char fue la primera en chillar.
-Peter te amo!!!!!
Mientras, yo seguía tratando de abrir mi paquete. Finalmente lo ataqué con una lima de uñas metálica y lo logré. En su interior estaba el vestido de gala más lindo del mundo y una tarjeta que decía “Me voy a perder tu primer baile pero voy a ser dueño de todos los demás. Te amo con locura. G.”
Saqué el vestido y los accesorios de la caja y lo ordené todo sobre mi cama… De verdad lo había escogido todo por sí mismo? Cuando?
Decidí llamarlo para agradecerle.   
Contestó al primer ring.
-Al…humph! – Contestó la voz de Garrett como si lo hubieran golpeado.
-Garrett? – Pregunté.
-Humph! – Resopló nuevamente.
-Garrett estás ahí? – Pregunté – Estás bien? – Corrí hacia la habitación de Charlotte, pero no estaba y corrí a golpear la puerta del baño – Chaaaaaaaaaaaaaaar!
-Mierda Bella, estoy en la ducha! – Dijo Charlotte a través del sonido del agua corriendo.
-Char, algo le pasa a Garrett – Dije aterrada.
-Ugh! – Sonó nuevamente, como si lo estuvieran dando puñetazos.
Char cortó el agua y prestó atención al teléfono que le extendía. Escuchó atenta unos veinte segundos y sonrió
-Char? Char! – Exclamé – Garrett… Está bien? Por qué te ríes?
-Él está bien – Dijo Char entre carcajadas – Cuando pueda te lo va a contar él mismo, pero créeme, no le pasa nada.
-De verdad…? – Pregunté desconfiada y sintiéndome extrañamente posesiva – Si le pasa algo me tienes que decir Char, no me mientas, él es mío ahora…
-Huuuugh! – Se escuchó de nuevo - Isabella – Resopló Garrett sin aliento.
-Garr! Estás bien? No me mientas! No te escuchas bien… Está Peter contigo? Por qué no te está cuidando? Si dejó que algo te pase le voy a patear el trasero… - Dije de un tirón.
-Bien… Isa… Bella… - Jadeó. Eso no era normal.
-No suenas bien… Estás enfermo? Se enferman los vampiros? Garrett háblame! – Dije cada vez más alterada.
-Aquí Peter – Dijo Peter sonando más raro que de costumbre. Char volvió a dar el agua para continuar su ducha, mientras se carcajeaba de algo que sólo ella sabía.
-P…Peter? – Pregunté no muy convencida.
-El mismo que viste y calza – Respondió con voz baja, un ronroneo casi femenino…
-Por qué hablas así? Y qué pasa con Garrett? – Pregunté.
-Estamos trabajando de encubierto – Respondió Peter.
-Pero están bien? – Pregunté más tranquila.
-Perfectamente – Respondió calmado, pero sin dejar esa perturbadora voz de femme fatale.
-Garrett no puede hablar conmigo, verdad? – Pregunté suavemente.
-Nnnnnop – Respondió Peter – A lo mejor más rato… - Agregó vagamente.
-Ok, está bien… Pero está escuchando, verdad? – Pregunté.
-Fuerte y claro – Respondió Peter.
-Garr… Te extraño… - Dije tímidamente, sin saber quién más escuchaba – Y… Y te amo – Agregué muy bajito, para que sólo él escuchara. No tenía nada más que decir, así es que apenas terminé de hablar, colgué.
Bien, dentro de todo había sido un buen día… Pero aún quedaba mucho por resolver.
Ya pensaría en eso.
Mañana.
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