sábado, 16 de mayo de 2015

Mi Destino 25

El tan esperado Capítulo… Como les dije, no abandonaré este fic o “Apocalipsis”, sólo necesitaba tiempo para establecer las bases de “Sangre Sucia”, mi  primer fic Draco/Hermione del universo Potter. Ya he posteado tres capítulos. Si no lo han leído háganlo, porque me interesa mucho saber qué les parece ese intento.
Abrazos y espero opiniones!
P.D.: A Amy de Colombia, (ya que no tengo otra forma de comunicarme, pero sé que lee este fic): Lo siento si te decepcioné, de verdad me dio mucha pena leer tu comentario de “Muertos o …”, no por la crítica negativa, sino por no haberte dado lo que esperabas. Sabía de antemano que mis decisiones no serían populares, pero escribí lo que vi en mi mente, tal cual. Escribir sólo para quedar bien sería traicionarme, y a la larga creo que lo dejaría de puro aburrimiento. Hay miles de fics idílicos con protagonistas perfectos para elegir, pero mis mundos, bien lo sabes, no lo son. Espero que sigas leyendo y comentando, siempre valoro tu dedicación y honestidad.
Todo mi cariño,
A.
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Capítulo 25
What would I do without your smart mouth?
Drawing me in, and you kicking me out
You've got my head spinning, no kidding, I can't pin you down
What's going on in that beautiful mind
I'm on your magical mystery ride
And I'm so dizzy, don't know what hit me, but I'll be alright
My head's under water
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind
All of Me / John Legend

GARRETT
-No estás enojado? – Preguntó Isabella susurrando en mi oído. Difícilmente podría estar enojado por nada cuando la tenía tan cerca de mí.
-Estoy enojado de que no hayas compartido todo esto conmigo desde el principio – Aclaré cerrando los ojos – Estoy enojado de ser el último en enterarme, cuando debí ser el primero en notar tus náuseas y los otros síntomas… Pero no estoy enojado porque estés embarazada, sólo un poco asustado – Aclaré tratando de minimizar el estado de completo terror que me producía la idea de que algo saliera mal, la idea de perderla.

-No quería preocuparte por si resultaba no ser nada – Dijo ella besando mi cuello y recorriendo mi cabello con sus dedos.
-Soy tu Pareja, es mi deber y mi derecho preocuparme – Le dije con las manos hundidas bajo su solera y acariciando la cara trasera de sus muslos desde detrás de las rodillas hasta abarcar sus nalgas. Dios! La sentía tan frágil, tan pequeña!... Y a la vez tan cálida, tan suave, tan sensual e irresistible…
-Garr…? – Susurró casi jadeante mientras desabrochaba los primeros botones de mi camisa.
-Mmmmh? - Pregunté.
-Te quiero… - Dijo mordisqueando el lóbulo de mi oreja.
-Yo también te quiero – Le dije automáticamente. No sólo la quería, la amaba más que a nada! “Querer” era una palabra tan insignificante…
-No! Me refiero a... Te quiero… Aquí… Ahora… - Dijo marcando cada palabra con un beso hasta llegar a mi boca, la que devoró llena de necesidad.
-Estás segura? – Preguntó la pequeña porción caballerosa que quedaba en mi cerebro una vez que ella emergió para respirar.
-Oh sí… Te quiero aquí… Ahora – Repitió y deslizó mi camisa por mis hombros.
-No te voy a hacer daño? – Pregunté preocupado. En eso sí que no transaría, aunque acarreara bolas azules por meses y tuviera que masturbarme a solas por el resto del embarazo.
-No, que es lo peor que podría pasar? Ya me raptaste, y me embarazaste fuera del matrimonio siendo una adolescente, creo que eso resume todos los temores de mis padres… – Dijo ella lanzando una carcajada jadeante, su mano bajando por mi estómago hasta aferrarse a la pretina de mis pantalones.
-Isabella para! – Le ordené sujetándola por los brazos y alejándola lo suficiente para ver su rostro. Mejillas sonrojadas, labios hinchados por los besos compartidos y una expresión soñadora.
-Qué? Ya no me deseas? – Preguntó haciendo un puchero – Y eso que todavía no engordo…
-Isabella hablo en serio – Le dije – Estás hablando en serio? Es eso lo que sientes? Que te convertí en una madre soltera adolescente? Que no estoy comprometido contigo? – Sentí nuevamente el peso en mi pecho. Esto no estaba bien… No estaba bien… Debía hacerla feliz y protegerla, no quitarle oportunidades y arriesgar su vida aún más.
-Garr – Dijo ella estirándose para tomar mis mejillas con ambas manos – Oh Garr…! – Besó la punta de mi nariz – Estaba bromeando! Y es gracioso porque aunque es cierto, no aplica a nosotros… Soy inmensamente feliz a tu lado, y aunque sé que soy muy joven siento con todo mi ser que estamos haciendo lo correcto al estar juntos, y mi edad biológica no importa, lo que importa es que voy a crecer a tu lado… Con respecto al embarazo… Bueno, es una sorpresa, pero también una oportunidad. Si es ahora o nunca yo digo ahora! No te pongas gruñón ni te tomes en serio mis bromas, disfruta de este momento, que es una experiencia única para ambos…
-No quiero bromas sobre mi compromiso hacia ti. Eso es incuestionable! – Gruñí.
-Lo sé… Si no te tuviera a mi lado estaría aterrada, pero estás aquí y todo está bien… - Dijo desabrochando mi pantalón y acariciando mi entrepierna.
-Isabella… - Dije sabiendo que ya no había nada qué decir. Ella no quería discutir la logística de su embarazo o nuestra relación. Ella quería coger, así de simple, y lo que mi mujer quiere mi mujer lo tiene.
-Estás tan duro – Comentó restregando su mejilla en mi cuello, en un gesto casi felino… Animal.
Tú sabes lo que me provocas – Respondí subiendo mis manos hasta su cintura y quise bajarle las bragas, pero como ella estaba a horcajadas sobre mis piernas, era imposible. Pensé en romperlas, pero no quise que después anduviera por ahí con su culito al aire, así es que me conformé con subir una mano por la cara interna de sus muslos hasta llegar al ápex de sus piernas. La tela estaba mojada y su centro irradiaba un maravilloso calor que me impulsaba con más fuerza a hundirme en ella.
La rocé con mis nudillos y ella se arqueó, increíblemente sensible, tanto así que perdió el ritmo de sus caricias, pero no me importó. Sabía lo que le estaba produciendo y sabía que todo esto terminaría en una de las mejores cogidas de nuestras vidas, sí es que estaba dispuesto a esperar.
Al menos un poco más.
Con mi otra mano abarqué uno de sus pechos y con el pulgar acaricié el pezón hasta endurecerlo, haciéndola gemir sin control. Estaba más responsiva que nunca, sería el embarazo?
Dios! La paciencia se me estaba acabando…
Reclamé su boca y apreté sus pezones, primero uno y luego el otro, y moví la tela de sus bragas hacia el costado y sin más preámbulo hundí dos dedos hasta los nudillos.
Ella arqueó aún más la espalda, gimió apretando los ojos y comenzó a coger mi mano, imponiendo su propio ritmo, sin inhibiciones de ningún tipo, buscando y demandando su propio placer.
Es el espectáculo más erótico que he visto en mi vida…
Y por lo mismo no duró mucho, ya que sacando mis dedos de su centro hundí mi sexo en ella antes de que pudiera quejarse del vacío. Y entonces sí comenzó lo que fue un maratón sexual. Isabella podía estar enferma para muchas cosas, pero su lívido no había disminuido en lo más mínimo, sino por el contrario, estaba insaciable, aventurera, y lo mejor de todo, su nueva sensibilidad la había vuelto multi orgásmica.
Esa tarde me sentí el rey del mundo. Tenía en mis brazos todo lo que había soñado y todo lo que nunca me atreví a soñar… Mi amor por esa mujer era algo palpable, siempre presente y hasta doloroso, y ella me amaba de vuelta, sin magia o destino de por medio. Ella simplemente me amaba a mí.
Y me daría la oportunidad de crear vida… Juntos.
oooOooo
Regresamos a casa lentamente, y en el porche estaban todos sentados, claramente esperándonos. Por lo visto las chicas no habían dicho nada a sus Parejas sobre el embarazo, lo que me impresionó bastante. La lealtad entre ellas nos convertía en una familia de verdad.
En cuanto nos bajamos de “Larry” Gaby, Kristy y Emily se avanzaron sobre Isabella preguntándole cómo le había ido en el “médico”. Los demás esperaron su turno para abrazarla  y entramos todos juntos a la casa, donde estaba la mesa puesta y Brennan en la cocina revolviendo una olla de algo. Sonrió al vernos llegar y se acercó a abrazar a Isabella y preguntarle cómo seguía, a lo que ella respondió que estaba mejor y soltándose de su abrazo se metió una galleta a la boca. Siempre había cosas dulces horneadas en la casa, ya fueran biscochos, galletas, brownies, cupcakes, cheesecake y más. Brennan sabía que a las chicas les gustaban y siempre preparaba algo para ellas. Era parte de la rutina y todos lo aceptamos como tal.
Esa noche “cenamos” todos juntos excepto por Emily que se había retirado a su habitación porque le dolía la cabeza, y lo hicimos adentro de la casa ya que la noche estaba un poco fría, lo que hizo más difícil el simular que no comemos, hasta que finalmente uno a uno cedimos y nos resignamos a tragar, generando sonrisas de Isabella con cada bocado.
Después de cenar los vampiros fuimos uno a uno a vomitar y luego nos unimos en un juego de cartas que terminamos pronto porque debíamos tener una reunión familiar para discutir la situación de Isabella. Para esto Jasper inyectó somnolencia en el grupo de humanos, salvo por Isabella, y cuando se hubieron retirado a dormir salimos al porche trasero donde había algunas sillas de playa.
Yo me senté en una e Isabella inmediatamente trepó a mi regazo, apoyando su mejilla en mi clavícula. Estaba visiblemente nerviosa, y se aferró a mí con más fuerza que de costumbre.
-Necesitamos una reunión familiar porque pasó algo inesperado… - Comenzó. Char estaba de pié casi temblando de la emoción y el abrazo de Peter apenas la podía contener. Lis por su parte se sentó tranquilamente en la arena, y observaba atentamente pero sin demostrar ninguna emoción más que placidez. Jasper por su parte miraba de un lado hacia el otro testeando el clima emocional y probablemente volviéndose loco en el proceso
Y por último… Emmett.
Emmett estaba claramente alterado y se había sentado mirando al lago,
 pulverizando piedras entre sus dedos.
-Emm – Dijo Isabella – Mírame.
-No! – Dijo Emmett furioso – Si hacemos esta reunión tan formal, si han estado guardando secretos y si tuviste que llevarte a Garrett de la casa para poder decirle lo que sea que te pasa, significa que es grave. No quiero verte decir que te vas a morir!
-Oh, no Emm… No se trata de eso… Es… Difícil de explicar, pero voy a estar bien… Creo… - Balbuceó Isabella dudando entre quedarse en mi regazo e ir a consolar a su hermano. Ganó mi regazo, pero por poco.
-Lo que quiere decir Bell es que no hay precedentes, pero eso no necesariamente es malo – Dijo Lis. La pobre no tenía mucho tacto.
-Corten la mierda! – Exclamó Emmett – Corten la mierda y díganme qué las tiene tan asustadas! Qué es lo que no podemos curar convirtiéndola! Podemos hacerlo esta noche! Yo puedo ayudar! La puedo controlar!
-Emmett tiene razón – Dijo Jasper con el ceño fruncido – Cualquier cosa es mejor que la incertidumbre, y ya no soporto tratar de descifrar sus estados emocionales porque cambian cada diez segundos de felices a preocupadas, a tristes, a esperanzadas… No puedo más!
-Ok… Vale… Estoy… Este… Estoy… Mmmmmmh… Embarazada? – Dijo Isabella, lo último sonando como una pregunta. Yo la abracé más fuerte y besé su cabello. Lo había anunciado, era oficial, estábamos embarazados.
Las reacciones fueron variadas.
Peter abrió la boca pero nada salió de ella. Que ese bastardo quedara sin palabras era un milagro tan grande como el embarazo en sí. Claramente no se lo esperaba.
Charlotte emitió un chillido y aplaudió saltando en su lugar en un despliegue absolutamente contrario a su naturaleza serena.
Lis lució satisfecha y tranquila. Si la doctora está confiada las perspectivas no son tan malas, supuse.
Jasper… Varias expresiones pasaron por su rostro, pero se asentaron en una sonrisa. Una enorme sonrisa que nunca le había visto, no una de esas muecas o medias sonrisas a las que nos tenía acostumbrados. Una verdadera muestra de felicidad.
Pero Emmett? Uf! Emmett. Emmett rugió y caminó hacia mí furioso, como dispuesto a golpearme.
-Qué????? Te atreviste a embarazar a mi Hermana?
-Emm, no te enojes – Rogó Isabella – No es su culpa…
Emmett la ignoró y siguió adelante. Yo puse las manos en la cintura de Isabella. La iba a quitar del medio por si llegábamos a pelear, pero entonces…
CRASH!
Algo se rompió… En la cocina.
Estábamos tan concentrados en nuestro pequeño drama familiar que no escuchamos a Emily caminar en la cocina oscura descalza, buscando un vaso de jugo. No pendió la luz porque aún estaba fotosensible por su dolor de cabeza, y al escuchar voces en el patio, se asomó. En el peor momento.
Maldita sea! Como no había estado con nosotros durante el juego de cartas, probablemente Jasper olvidó dormirla… O tal vez ya estaba dormida pero se despertó buscando a Emmett…
Como sea, podíamos distinguir perfectamente su delgada silueta vestida sólo con una camiseta de Emmett y su largo cabello rubio un poco revuelto. Tenía una expresión de shock y horror y una mano cubriendo su boca.
Y estaba rodeada de vidrios rotos del vaso que dejó caer.
-Bella? – Susurró – Es verdad? Te embarazó tu tío?
Isabella abrió y cerró la boca, comenzó una frase distinta cinco veces hasta que finalmente asintió.
-Es el momento de decirle – Dijo Peter hablando por primera vez – Ahora!
Emily quiso dar un paso hacia atrás, alejándose de nosotros, la familia de fenómenos, pero afortunadamente Emmett se lanzó hacia ella antes de que su pié hiciera contacto con el vidrio roto, tomándola en sus brazos y llevándola hacia una de las sillas del patio… Todo en un lapso de unos tres segundos.
En cuanto Emmett la dejó en el suelo ella retrocedió aterrada,
-Qué… Qué… Qué eres? – Le preguntó a Emmett con una mescla de miedo y repulsión que le debe haber roto el corazón.
-Vampiro… - Respondió Emmett bajando la cabeza.
-No… - Negó ella con la cabeza - Los vampiros no existen… y aunque existieran, ustedes no se parecen a uno… - Balbuceó.
-Esa es una versión humana de los vampiros, lo que dejamos que crean – Dijo Charlotte – Los verdaderos vampiros no explotan ante la luz del sol, nos reflejamos en los espejos, no nos pasa nada con los crucifijos ni el agua bendita y el ajo simplemente nos huele mal.
-Ellos… - Dijo Isabella poniéndose de pié y acercándose a Emily – Todos ellos son vampiros. Yo soy la única humana, y Garrett no es mi tío, es mi Pareja. Ninguno de nosotros está relacionado por sangre excepto Lis y yo, que se verdad somos primas. Jasper la convirtió hace poco, cuando descubrió que ella era su Pareja…
-Pareja… - Repitió Emily mirándonos a todos con desconfianza.
-La versión vampírica de las almas gemelas – Dijo Charlotte – Peter y yo somos Pareja, Bella y Garrett son Pareja, Jasper y Lis son Pareja, y Emmett y…
-No! – Exclamó Emily – No! – Dijo y se cubrió los oídos y cerró los ojos – Mentira! Es una broma! Por qué me dicen algo así? Por qué me hacen esto?
-Emily… - Dijo Emmett dando un paso hacia ella.
-No te me acerques! – Retrocedió ella apuntándolo – Tú menos que nadie!
-Pero… - Dijo él, atormentado.
-Si esto es verdad, me has estado engañando todo este tiempo, nada de lo que me dijiste es verdad. Yo compartí todo, te entregué todo, y si resulta que es verdad lo que dices, nada de lo que tuvimos fue real – Dijo ella con lágrimas corriendo por sus mejillas.
-No! Em, por favor, tienes que entender…! – Exclamó él.
-Y si resulta que no es verdad, entonces eres una persona muy cruel Emmett… Como sea, no eres la persona que creí… No existe la persona de la que me enamoré – Dijo mientras las lágrimas fluían libremente. Cubierta sólo con la camiseta se abrazó a sí misma tratando de conservar el calor y eso la hizo parecer aún más joven y vulnerable.
Al menos yo me había ahorrado esta parte con Isabella. Solamente había tenido que convencerla de la parte de las almas gemelas, no de que yo soy un vampiro. 
Aunque por lo que sé, esa parte fue la más fácil de todas para Cullen. Ella lo adivinó y lo aceptó como acepta todo lo sobrenatural.
-Emily, ven conmigo – Dijo Isabella suavemente extendiendo su mano – Quiero contarte mi historia, mi experiencia como humana. Si todavía te quieres ir en la mañana Garrett y yo te vamos a llevar al aeropuerto o la parada de buses que quieras, pero escúchame primero, si?
-Solas las dos? – Balbuceó Emily mirándonos con desconfianza. Emmett estaba arrodillado, con la cabeza baja y los puños apretados. La imagen de la derrota. Claramente no había imaginado así su gran revelación…
-Solas tú y yo – Afirmó – Aunque después se nos podrían unir Char y Lis, te podrían dar su perspectiva…
Emily no pareció muy entusiasmada con la idea, pero quién la culpaba?
Isabella se quitó el grueso sweater que la cubría y se lo extendió a Emily, que se lo calzó sin comentarios. Yo iba a reclamar que ella no podía pasar frío en su estado por mucho que me diera lástima Emily, pero Isabella se volvió hacia mí con una sonrisa pequeña y estiró la mano. Ah, quería usar mi sweater porque sabía que Emily no usaría el de nadie más que el de ella, la humana del grupo.
Una vez abrigada, Isabella murmuró en voz baja
-No vengan hasta que los llame, chicas estén preparadas, y Emm, por favor no hagas ninguna locura, que este es el peor momento para asustarla aún más…
Isabella y Emily caminaron del brazo hasta el embarcadero, donde se sentaron y comenzaron a hablar.
oooOooo
No hay palabras para definir el estado de Emmett y francamente no creo que sean necesarias. Había encontrado a su Pareja, la había enamorado, habían pasado días de felicidad perfecta y ahora ella estaba a un paso de abandonarlo con asco y miedo al conocer su verdadera identidad.
Emmett, siempre expresivo en su alegría, también lo era en la tristeza, y era doloroso presenciar su dolor, un dolor con el que todos podíamos empatizar… Especialmente Lis y Jasper, que se sentaron juntos y abrazados a sufrir con el gigante.
oooOooo
Pasaron tres horas, tal vez un poco más, cuando Isabella levantó la voz para llamar a Char y Lis, Ellas se aproximaron a paso humano y se sentaron a respetable distancia de Emily.
Y comenzaron a hablar…
oooOooo
-De qué demonios hablan tanto? Creo que ni relatando toda mi vida un día a la vez me demoraría tanto! – Se quejó Emmett agarrándose la cabeza con ambas manos.
-Son chicas y les gustan los detalles - Dijo Peter.
-Además mira, Emily ya está mucho más serena – Dijo Jasper.
-Entonces estamos bien? – Preguntó Emmett – Puedo acercarme?
-No lo creo – Dijo Jasper tristemente – Una cosa es que comprenda y acepte nuestra existencia y otra muy distinta que te perdone por mentirle. Las mujeres son muy particulares en ese sentido…
-Pero yo no podía decirle! – Argumentó Emmett.
-No tienes que decírnoslo a nosotros, hermano, trata de explicárselo a ella… - Dijo Peter.
-Eso quiero, pero Jasper no me deja! – Se quejó Emmett, de manera infantil.
-Mierda Emmett, si quieres ir y destruir todo el trabajo de Bella y las chicas, adelante, pero recuerda que esta es tu única oportunidad de hacer bien las cosas, tu Pareja aparece una vez en la vida y si la cagas, arrastras el dolor de su pérdida para siempre… Tu decisión… - Dijo Jasper encogiéndose de hombros.
-Bastardos…! – Masculló Emmett volviendo a su posición vigilante.
-Nosotros también te queremos – Dijo Peter lanzándole un beso y una carcajada. Sólo ese pedazo de sociópata podía reír en esta situación… O tal vez sabía algo que nosotros no…
oooOooo
En total fueron unas cinco horas de espera hasta que las chicas volvieron. Isabella y Emily caminaban tomadas del brazo y Lis y Char caminaban detrás.
Emily se veía agotada, tenía enormes ojeras y los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Al llegar a nosotros dijo con voz rasposa pero firme
-Me voy a acostar, ya es tarde, buenas noches. Gracias Bella, chicas…
-Em… - Dijo Emmett.
-Mañana – Dijo ella entrando a la cocina sin volverse.
-Va a estar bien Emm – Dijo Isabella acariciando su espalda – Al menos está dispuesta a quedarse, y a escuchar…
-Pero ni siquiera me miró… - Dijo él lastimeramente.
-Está cansada… Las dos lo estamos… Son más de las cinco – Dijo bostezando - Me voy a la cama, dame un abrazo.
-Convéncela Bells, si me deja me muero… - Dijo él abrazándola.
-Ahora depende de ti, Emm, y nada de morirte, que tienes que estar alrededor para malcriar a tu sobrino… - Agregó.
-Oh, es verdad…! Mmmmmh… - Dijo besando la frente de Isabella. Luego mirándome a mí me dijo – Tú y yo tenemos que hablar.
-Después, ahora me voy a la cama con mi mujer – Le dije mientras ella abrazada a Jasper, que le susurraba al oído. Si hubiera querido habría escuchado, pero era una conversación de los dos, y yo podía respetar eso.
-Cuentas dinero frente a los pobres – Me dijo Emmett amargamente.
-No seas idiota Emmett – Le dije – Tu mujer está bajo este mismo techo y está dispuesta a dejarte hablar en circunstancias en las que pudo largarse de inmediato para no volver… Es obvio que te quiere y que está dolida, pero se le va a pasar…
-Estás seguro? – Preguntó.
-Sí – Afirmé.
-Cómo? – Preguntó.
-Porque la que la convenció fue Isabella, y ella puede venderle hielo a los esquimales – Dije simplemente, acercándome a arrancarla de los brazos de Peter, que la estaba haciendo girar en un abrazo.
-Di ”buenas noches” – Le dije al oído.
-Buenas noches! – Exclamó ella soltando una risita cuando la tomé en mis brazos y la llevé al interior de la casa.
oooOooo
-Estás helada! – Le dije molesto quitándole el sweater. Entendía las circunstancias, pero lo primero era ella, lo segundo también era ella y tercero estaba mi hijo. De ahí hacia abajo mi escala de valores era bastante laxa.
-No es la presión baja - Dijo ella de inmediato desabrochándose los jeans – Es el frío del exterior… Emily sí que debe haber pasado frío, no tenía ni pantalones.
-No podían hablar dentro de la casa? – Gruñí quitándole la camiseta.
-Tú sabes que no – Respondió lanzando lejos sus zapatillas. Siempre hacía eso y luego perdía muchísimo tiempo buscando sus zapatos.
-Isabella, tienes que cuidarte, ahora son dos… - Argumenté.
-Lo sé – Dijo bajándose los jeans y las bragas, quedando totalmente desnuda.
-Entonces has un esfuerzo… Sí? – Le rogué ayudándola a entrar en la ducha y regulé el agua bien caliente mientras ella se hacía una coleta alta para no mojar su cabello. Me desvestí en segundos y me le uní.
La ducha fue corta, lo justo para reactivar su circulación, y en cuanto salimos, la sequé y le entregué su pijama de franela mientras secaba mi propio cuerpo. Ella sonrió pícara, cerró la puerta de la habitación con pestillo y se metió a la cama desnuda.
-Vienes? – Me preguntó apagando la lámpara de velador. Tras las cortinas se adivinaba la suave luz del amanecer.
-A acompañarte a dormir – Afirmé caminando hacia ella desnudo, consciente de que estaba siendo absolutamente inconsecuente a mis palabras. Mi erección me delataba por la mera memoria de la tarde del día anterior.
-Ajá… - Dijo ella entreabriendo las sábanas para mí.
-Duerme Isabella – Le dije cuando se arrimó hacia mí de ese modo particular suyo, con medio cuerpo sobre mí.
-Ajá – Dijo mientras besaba la línea de mi mandíbula.
-Es tarde… - Insistí abrazando su cintura con un brazo y agarrando su nalga con la otra.
-Ajá… - Dijo rotando su pelvis de modo que la cara interna de su muslo se frotaba en mi erección. Era imposible resistir, imposible…
 -Maldición Isabella! – Exclamé girándonos por completo y aplastándola bajo el peso de mi cuerpo. Ella en vez de asustarse se mordió la boca son una sonrisa triunfal y me abrazó con las piernas. Unos pocos centímetros eran todo lo que nos separaba. Un pequeño movimiento de caderas y estaría adentro.
Pero no fue necesario, ya que ella simplemente me tomó con su mano, me alineó con su entrada y rotó su pelvis de modo que en un fluido movimiento estaba completamente enterrado en su cuerpo.
Ni siquiera necesitó estimulación previa, estaba empapada.
El embarazo la tenía convertida en una potencial ninfómana.
Mierda! Ahora se estaba moviendo de esa manera… Agh...! Isabella… Ojalá los embarazos vampíricos fueran como los de los elefantes, y duraran entre veintidós y veinticuatro meses.
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Ahí lo tienen, se supo la verdad. Emily sobrerreaccionó? Yo creo que no. Cualquier persona normal (no Bella) se habría molestado al saber que está de vacaciones con un montón de vampiros, y que uno de ellos es su novio, no?
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