Mi Destino 28

Lamento los atrasos, pero no puedo más que seguir asegurándoles que las historias no quedarán inconclusas, simplemente es que he debido escribir más lento de lo que me gustaría.

Todo mi cariño y no olviden dar una vuelta por mi Facebook, en el álbum de esta historia siempre hay ayuditas visuales.

Disfruten y no dejen de hacerme saber qué piensan!

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Capítulo 28

Yes my man is fighting some unholy war
And I will stand beside you
And who you dying for
B - I would have died too
I'd have liked too
If my man was fighting
Some unholy war
If my man was fighting

Some Unholy War / Amy Winehouse

BELLA POV

Estaba furiosa… Furiosa! Cómo se atrevían a encerrarme como si fuera un estorbo? Es que toda esa cantinela de que éramos una familia, un equipo, era mentira? Grrrrr… Odiaba ser diferente, siempre la débil, siempre la que debían proteger, siempre la que se escondía.

Pateé el sillón con más fuerza de la que pretendía y me golpeé fuerte el dedo pequeño de mi pie izquierdo, haciéndome tropezar y caer pesadamente de rodillas.

Auch! Ahora lo bebés despertaron pateando con fuerza, enojados con mamy por lo torpe y bruta que era…

Mierda! Odiaba que los demás tuvieran razón. Era una molestia para todos, demasiado inflada incluso para caminar en línea recta, ya que ni veía por donde pisaba. Mis movimientos eran torpes y lentos y prácticamente vivía en el baño, porque mi vejiga estaba constantemente presionada por no uno sino dos bebés.

Bien, me quedaría quieta, al menos por un rato. No quería hacer las cosas más difíciles para los demás, sólo quería un poco de independencia. En realidad era casi un privilegio tener un rato a solas sin nadie acarreándome o metiéndome líquidos y alimentos saludables a la fuerza.

Me acerqué muy despacio al escritorio de Carlisle, afirmándome de las paredes, hasta llegar a la enorme silla de cuero giratoria del patriarca de los Cullen. Era casi un trono, pero más moderno, y la mesa era como una consola de poder, llena de lo que parecían ser papeles muy importantes y un juego de escritorio de cuero a juego con la silla. Todo estaba terriblemente ordenado, como si lo hubieran organizado con una regla y una escuadra a la mano, y la antigua yo no se habría atrevido ni a respirar cerca de las cosas de Carlisle por temor a hacer un desastre simplemente por estornudar en la vecindad.

Pero yo ya no era esa Bella tonta y dócil que se deslumbraba y amedrentaba con la riqueza y la belleza de los Cullen. Había sido muy superficial de mi parte enamorarme de cualidades tan vanas, pero supongo que estaba halagada de que alguien como Edward Cullen, que no miraba a ninguna chica dos veces, me prestara atención, por lo que traté de ser lo que imaginé que él querría en una novia… Y en honor a la verdad Edward fue muy lindo conmigo, él me quería, es sólo que no es posible comparar lo que pasa entre unos novios que recién comienzan su relación con lo que sucede entre los miembros de una Pareja.

Garrett es literalmente una parte de mí, así de fácil y así de complejo. Lo amo y aunque no fui capaz de verlo a primera vista, descubrir nuestro lazo es lo más poderoso que me ha ocurrido y que me va a ocurrir. Lo sé, lo sé, he escuchado que eso lo dicen las mujeres hasta que tienen a su primer hijo y entonces el instinto toma el control y son los hijos la prioridad, pero puedo decir con certeza que en mi caso no será así…

O sea, amo a mis bebés con todo el corazón, y haría cualquier cosa por ellos, de eso no tengo dudas, pero si a Garr le llegara a pasar algo… Si Garr muriera… Yo moriría con él. De inmediato. Me disolvería en miles de partículas y lo seguiría al cielo o al infierno… Lo más probable es que al infierno, mi Garr no ha sido un santo.

Me senté con cuidado en la silla de Carlisle y una vez que estuve bien cómoda la giré un par de veces soltando una carcajada. Qué dirían los Cullen si me vieran? Já!

Acerqué el porta clips y comencé a unirlos todos en una larga cadena, de modo que cuando Carlisle quisiera sacar uno saliera un metro y medio de clips del contenedor.

Después tomé su portalápices y estudié las elegantes y pesadas plumas que poseía. Marcas que me sonaron conocidas como Cross, Parker, Sheaffer e Inoxcrom. Claramente eran lo mejor que cada fabricante tenía que ofrecer.

Las dejé de lado sin prestarles mucha atención, nunca me gustó escribir con pluma fuente.

Al lado había otro portalápices, este mucho más interesante. Tenía unos doce lápices gel marca BIC, de esos que son transparentes y la tapa y la parte de atrás revela el color de la tinta. Inmediatamente los acerqué a mí y mi angelito malo, ese que se parece tanto a Emmett, me impulsó a hacer más travesuras…

Me di la molestia de sacar las tapas traseras de cada lápiz y les saqué la tinta intercambiándolas todas de modo que ningún lápiz escribiera del color que estaba marcado. Era infantil y tonto, pero me divertí un montón haciéndolo y me hizo olvidar que estaba encerrada y el potencial peligro.

Una vez que terminé lo ordené todo para que luciera como antes y me removí en la silla, nuevamente incómoda. Esos bebés parecían practicar nado sincronizado en mi vientre!

Me moví hacia atrás y al hacerlo noté que el escritorio tenía un montón de cajoncitos, grandes y pequeños.

Estaba mal meterse en el escritorio de alguien, eso lo sabía, pero la tentación de mirar aunque fuera un poquito fue demasiada, y estirando la mano traté de abrir el de más abajo a mano derecha, pero me lo encontré cerrado con llave. Maldición! Ahora había picado mi curiosidad…

Para qué tendría Carlisle algo con llave? Evidentemente cualquiera podría entrar al despacho y convertir el escritorio en astillas usando su dedo meñique…

Traté con los demás cajones laterales uno a uno y nada, todos tenían llave.

Hasta traté de palpar debajo de la cubierta a ver si la llave estaba pegada ahí, pero como no me podía agachar fue un ejercicio inútil.

Finalmente, sin mucho entusiasmo, traté de abrir el cajón que estaba directamente bajo la cubierta, el cual era ancho y plano, de unos doce centímetros de alto y unos noventa de ancho, y para mi gran sorpresa, cedió de inmediato!

Asomé la cabeza como temiendo que algo me saltara a la cara, pero todo lo que había eran plumas fuente en sus cajas originales, descansando en una base de terciopelo negro acolchado.

Estaban ordenadas una al lado de la otra y bajo cada caja había un sobre… No me aguanté y levanté la primera caja haciendo nota mental de las marcas de huellas digitales que estaba dejando en el cristal, prueba absoluta de mi culpabilidad.

En el sobre había un certificado de autenticidad… “Pluma Diamante” de la marca Aurora, blablablá,  treinta quilates de diamantes De Beers sobre el barril de platino sólido, blablablá, y el costo… Qué? Un millón cuatrocientos sesenta mil dólares? Por un pinche lápiz? Era en serio? Estudié la pluma con más cuidado, evitando tocarla. Ahora sí que le tenía respeto a la dichosa pluma. Cuánto costaría la tinta? Seguro si Charlie tuviera que recargarla debería hipotecar su casa.

Charlie… Papá…

No, no voy a pensar en eso ahora. No puedo ponerme triste, que una vez que comienzo no paro…

Saqué la pluma de al lado… “Mystery Masterpiece” de Mont Blanc y Van Cleef & Arpels, Edición Limitada. No me gustó para nada, era rara y ostentosa y era imposible escribir con ella. Rubíes incrustados, blablablá, setecientos treinta mil dólares. La mitad que la otra, pero igualmente escandaloso. Con lo que cuestan esas plumas seguro podrían alimentar a todos los niños de algún país tercermundista por meses! 

Sigamos hurgando en lo que no me compete… “La Modernista Diamonds” de Caran d'Ache. Oro y diamantes, doscientos sesenta y cinco mil dólares; “Platinum” de Omas Fénix. Edición limitada de lujo, esmaltada y adornada  con diamantes y oro,  sesenta mil dólares. La siguiente era “Ripple HRH” de Visconti, y esa me gustó más, a pesar de tener diamantes y oro como las demás… Valía cincuenta y siete mil dólares.

Luego venían varias plumas más, ordenadas por precio, hasta llegar a la más “barata” por la módica suma de cuarenta y tres mil dólares.

Eso, comprendí, es el lujo.

Nunca antes me vi enfrentada a un derroche de esa magnitud, porque aún los autos lujosos y las joyas tenían un propósito, pero lápices que no se usaban ni exhibían? Tal vez era demasiado joven, o es que había tenido una crianza en hogares de padres trabajadores de clase media que debían ahorrar por meses para poder acceder a lujos simples como instalar una antena de TV, no lo sé, pero la cosa es que me desagradó muchísimo constatar que el Carlisle que conocía tal vez no era el santo que había imaginado. No es que fuera un pecado coleccionar cosas caras, pero es que por alguna razón siempre imaginé que él estaría por encima de pequeñeces de ese tipo…

Estaba cerrando el cajón luego de dejar todo en el mismo lugar que lo encontré, sabiendo que no engañaría a nadie, cuando la puerta del estudio se abrió de golpe, arrancándola de las bisagras y lanzando astillas para todos lados.

oooOooo

GARRETT POV

Odié dejar a Isabella a solas, ella debía tener a alguien cerca en caso de cualquier cosa, pero la verdad es que me costó más aún porque ella no estaba nada contenta, y odio ver su ceño fruncido y su pequeña naricita arriscada.

Afuera, Peter y el resto de nuestra familia miraban hacia el camino en posición de ataque, músculos tensos y sentidos alerta.

Los Cullen y Denali por su parte, miraban con expresiones que variaban desde la incredulidad al desprecio, y salvo por Carlisle, se mostraban bastante relajados.

Yo ni los miré, me fui a posicionar en la primera línea con mi grupo y dejé que ellos hicieran lo que quisieran.

Pasaron los minutos sin que nadie se moviera, salvo por Kate, que aburrida “susurró” al oído de Tanya algo sobre cómo lucía mi trasero en los jeans que traía puestos, a lo que Tanya respondió que preferiría probar a Peter, aunque si de reminiscencias se trataba, Jasper siempre le había encantado y que lo encontraba más atractivo que nunca y que no podía esperar para revivir viejos tiempos. Kate dijo entonces algo sobre Emmett e Irina, no estoy seguro de qué exactamente, pero en la estúpida y desubicada conversación creo que las palabras “trío y orgasmos múltiples” fueron mencionadas un par de veces.

Alice gruñó suave, amenazadoramente, probablemente furiosa de enterarse de que aun cuando Jasper estuvo bajo su control no estuvo totalmente sometido, y peor aún, ella no lo vio (Vaya uno a saber cómo se las arregló Jasper!) (Luego le preguntaría cómo se las arregló…)

Char se tensó pero no se movió de su sitio, ella es un soldado curtido y sus instintos están condicionados por su entrenamiento. Además no es ninguna novedad que las mujeres se le insinúen a Peter, ya que el bastardo hay que reconocerlo, es guapo, aunque no importa, porque él sólo tiene ojos para Char.

Lis por otra parte… Mmmmmh… Mi querida Lis no es un ser social por naturaleza, por lo que no maneja los códigos de la rivalidad entre chicas, pero lo que la hacía más peligrosa es que era una neófita, por lo que su control de impulsos era entre pobre y nulo, especialmente cuando no quería controlarse.

No sé si Jasper alcanzó a percibir el cambio de emociones y eligió no hacer nada o es que todo pasó muy rápido… Creo que todo debe haber sido muy repentino porque Edward tampoco pudo reaccionar.

Lis dio un salto imposible, se giró en el aire y le dio a Tanya lo que sólo puedo definir como un zarpazo, marcándole el rostro, el que recién comenzaba a recuperarse del puñetazo anterior, dejándole cuatro surcos que le atravesaban la mejilla izquierda de arriba hacia abajo.

-Mierda! – Exclamó Emmett.

-Aaaaaaaaah! – Chilló Tanya llevándose las manos a la cara, cayendo hacia la derecha esperando que Alice la atrapara, pero su “amiga” se movió expresamente para que Tanya se estampara en el suelo.

-Alice! – Exclamó Esme más escandalizada por la falta de compasión de Alice que por el salvajismo de Lis.

-Perra… – Murmuró Alice dándole la espalda a Tanya, que lloriqueaba ahora en brazos de Kate.

-Rose, ayúdame! – Chilló Kate mirando a su amiga.

-Ayúdala tú, ninfómana asquerosa – Dijo Rosalie y la escupió, le dio la espalda y se fue a parar junto a Alice, las dos tiesas como estacas.

-Niñas qué hicieron? – Se quejó Carmen rodeada por los brazos de Eleazar que no la dejaba moverse.

-Hicieron lo que está en su naturaleza – Dijo Eleazar sin demostrar emoción, pero sí un poco de desprecio.

-Lis, cariño, ya… Shhhhh… - Dijo Jasper tratando de calmar a Lis que llegaba a resoplar de rabia. Si perdía el control de su poder nos podía joder a todos.

-La quiero matar… La voy a matar… - Repetía ella.

-No cariño, ya hiciste bastante daño, mira su rostro – Le dijo Jasper obligándola a levantar la vista y mirar a Tanya. Hasta Char se estremeció al ver la delicada belleza de Tanya mancillada para siempre.

-No va a cicatrizar? – Preguntó Lis titubeando.

-No Lis – Respondió Char – Cuando te arrancan trozos de piel como lo hiciste tú con Tanya la herida cierra, pero el músculo y la piel no vuelven a ser los de antes, menos ante los ojos de otros vampiros… - Dijo arremangándose la manga de su sweater de hilo para mostrar ciertas marcas en sus brazos.

-Bien – Dijo Lis frunciendo el ceño – A ver si le sigue pareciendo divertido reírse de los defectos de los demás.

-Yo no te hice nada, loca de mierda! – Gritó Tanya completamente descontrolada, perdiendo toda pose de elegancia y desfigurando su rostro en una máscara de locura peor que las heridas.

-Váyanse! – Gritó Kate – Váyanse de una vez! Es que no han hecho suficiente daño?

-Nosotros te podríamos preguntar lo mismo, inmunda traidora robamaridos! – La increpó Rosalie antes de que pudiéramos contestar.

-Escucho algo… - Dijo Carmen vagamente.

-Escucho varias mentes – Dijo entonces Edward – Acaban de entrar en mi radar, deben estar a unos tres kilómetros…

-Qué dicen? Son amigos o enemigos? – Preguntó Carlisle mientras mi familia retomaba posiciones.

-No estoy seguro, son varias mentes con pensamientos caóticos, pero… - Dijo cerrando los ojos para concentrarse – La palabra “guerra” parece repetirse…

-Victoria – Dijo Jasper.

-María – Dijimos Char, Peter y yo.

-Mierda, se nos adelantaron! – Dijo Emmett.

-Prepárate cariño – Dijo Jasper a Lis – Tranquila, como lo practicamos… El que pega primero pega dos veces… Te sientes capaz?

-Sí – Afirmó Lis moviendo su peso de una pierna a otra, visiblemente nerviosa. Sería su primera batalla y la primera oportunidad de probar el verdadero alcance de su poder.

-Isabella –Dije sin poder evitarlo – Isabella.

oooOooo

La nube de polvo provocada por la caravana de vehículos que se acercaba impedía ver bien de quienes se trataba, pero de pronto, de la camioneta que encabezaba la caravana de asomó medio cuerpo de alguien que comenzó a gritar

-Peter! Garrett! Soy Pepe!

-Pepe? – Chilló Charlotte corriendo a recibirlos. Ella adoraba a Pepe, tal vez porque se veía y actuaba como un niño, a pesar de ser mayor que ella.

Jasper, Peter y yo la seguimos, dejando atrás a Emmett, Lis y a los Cullen/Denali.

Cuando se detuvo la caravana de la primera camioneta se bajaron los Meléndez en pleno. Ana y Sergio, Andrés, las gemelas, Pepe y Piedad.

-Pepito! – Abrazó Char a su amigo - Hace literalmente un siglo que no te veía! Cómo han estado?

Peter frunció el ceño un poco. Yo sé que lo descolocaba el sentirse celoso, porque Char nunca prestaba atención a nadie más que a Jasper, que era su creador, por lo que era algo instintivo. Con Pepe en cambio Char se sentía genuinamente cómoda porque por el breve tiempo en el que coincidieron en el campamento de María, Pepe fue el único amigo que tuvo, el único que no la hacía sentirse amenazada con violencia o sexo.

-Char! Char! – Gritó Pepe saltando a los brazos de Char, que era tan bajita que quedaba casi de la misma altura que su amigo.

-Pepito por qué estás aquí? – Preguntó Char distanciándose un poco. Debe haber sentido los rayos que Peter disparaba por los ojos.

-Venimos a pelear! – Exclamó él muy contento.

-A pelear con quién? – Preguntó Jasper dando un paso hacia adelante, recuperando la prestancia y hasta la voz de mando de cuando era El Mayor.

-Hola Mayoooor…! – Dijeron a dúo las gemelas, pero sin acercarse. No eran tan tontas.

Lis gruñó pero no se movió.

-Hola a todos, Garrett, Peter, Mayor… – Dijo Sergio posicionándose frente a Ana – María viene en camino y nosotros vinimos a pelear

-Quiénes son “nosotros”? – Preguntó Jasper sin inmutarse mientras los Cullen y Denali se removían a nuestras espaldas.

-Los aliados que Peter y Garrett consiguieron más los que Frank y mi familia pudimos conseguir. Somos todos ex soldados que alguna vez pasamos por el campamento de María - Dijo Sergio.

-Si pasaron por el campamento no creo que sientan mucha simpatía por mí – Dijo Jasper fríamente, aunque sé que le dolía haber castigado a inocentes en nombre de María.

-La mayoría entiende que no fue tu culpa, que sólo obedecías órdenes de esa mujer – Dijo Ana suavemente.

-Y los que no, prefieren vengarse de María, aún si eso significa aliarse contigo – Dijo Sergio.

-Me parece justo – Dijo Jasper probablemente comprobando la veracidad de sus palabras.

-Saben todos de qué se trata todo esto? – Preguntó Peter.

-En pocas palabras, pero principalmente saben que va a haber una gran batalla contra María y nadie se la quiere perder – Dijo Andrés.

-Bueno, entonces que se bajen para que conversemos – Dijo Peter.

Una a una se fueron abriendo las puertas de los autos y montones de vampiros comenzaron a emerger. Casi todos me resultaron familiares, pero había algunas caras nuevas. Eso sí, una cosa tenían todos en común: Todos lucían temibles con los ojos rojos brillantes de anticipación y cicatrices que eran un testimonio de su pasado.

El grupo de los vegetarianos se compactó aún más.

-Mayor? – Preguntó Peter asumiendo los antiguos protocolos – Puedo?

Jasper hizo una corta seña de asentimiento.

-Hay una perra pelirroja llamada Victoria que pretende vengarse de los Cullen por matar a su novio, creyendo que Edward o el Mayor lo eliminaron, en circunstancias que el que lo hizo es Garrett, protegiendo a su Pareja – Dijo Peter sin perder tiempo. Los demás escuchaban atentamente – Esa mujer buscó a María para obtener su venganza, y María aceptó porque vio la posibilidad de recuperar a su Mayor.

-Pero el Mayor ya había dejado a los Cullen y estaba viviendo con mi Pareja, Peter, Emmett y yo – Dije yo – Y un día, mientras rastrábamos a Laurent, el cómplice de la pelirroja, lo encontramos drenando a la Pareja del Mayor, Lis – Dije y paré por efecto y porque en ese momento Jasper estiró la mano para que Lis se acercara a él. Lis cuadró los hombros y avanzó sin miedo, desafiando a las mujeres presentes – Obviamente Laurent no vivió para contarlo – Dije encogiendo los hombros. Los demás se estremecieron.

-El Mayor lo mató? – Preguntó Pepe estremeciéndose. Morir en manos de Jasper no era la forma ideal de partir.

Menos aún si hablamos de un Jasper enojado.

-En realidad no, el que lo torturó y lo mató fue Emmett – Respondí – El Mayor estaba ocupado con Lis.

Todos los ojos se volvieron a Emm, incluidos los de Rosalie. 

-Me le senté encima y le arranqué las rastas de a una – Dijo Emm entusiasmado.

-El caso es que Irina, la nueva novia de Laurent, los vio y juró venganza – Resumió Peter – Pero como no sabía que Emmett y el Mayor habían dejado a los Cullen, juró venganza para el clan completo.

-Entonces nos mentiste, Frank! – Dijo Thomas, un vampiro alto y rubio con aspecto de cuáquero – Estamos aquí como los guardaespaldas de una tropa de vegetarianos!

-Yo no le mentí a nadie – Dijo Frank que seguía disfrazado de Joan Rivers, pero una Joan Rivers vaquera y con una boa de plumas al cuello – Yo les prometí una última batalla contra la perra sarnosa de María y eso van a tener, y como bono, vamos a tener de nuestra parte al Mayor y a su Pareja, que según tengo entendido tiene un don bastante interesante…

-De qué se trata? – Preguntó una vampira morocha y pequeñita llamada Sarah.

-Es algo parecido a lo que hace Jasper – Respondió Lis, a quién le habíamos dicho que era peligroso ir divulgando cosas específicas de su don. Mientras menos se supiera de su alcance y limitaciones, mejor.

-Bueno, pero cómo es que todos están aquí ahora, sin avisarnos? – Pregunté.

-No tenía cómo hallarte – Respondió Frank – Perdí mi teléfono con todos los contactos almacenados en él, y todos los demás sólo tenían tu número anterior. No es buena idea cambiar de compañía telefónica en medio de una guerra, cómo pretendías que te ubicaran los demás?

-No lo pensé – Mascullé. Entre tantas cosas que tenía en la cabeza ni se me ocurrió.

-Ok, lo que me interesa saber es qué pasó, por qué están aquí ahora, todos juntos – Dijo Jasper.

-María viene – Dijo Piedad.

-Viene? Cuando viene? – Preguntó Char.

-No lo sé, sólo sé que María gracias a su asociación con Irina sabe exactamente cuántas propiedades tienen los Cullen y dónde están ubicadas… Envió exploradores a cada una hasta que dio con ustedes en esta casa – Respondió.

-Pero nosotros no olimos a ningún extraño, Edward, tú no escuchaste a nadie, verdad? – Preguntó Carlisle.

-No Carlisle, sabes que te lo habría dicho – Respondió Edward.

-Estamos hablando de espías entrenados Carlisle – Dijo Frank poniéndose una mano en la cadera y rodando los ojos  - Tú no sabes nada de guerras vampíricas, pero te aseguro que para espiar a un grupo de vampiros se requiere talento, y para sobrevivir haciéndolo por siglos aún más. Tú de verdad crees que un grupo de civiles vegetarianos representarían un problema para esos mercenarios?

-Dónde obtuviste tu información Piedad? – Preguntó Jasper.

-Bastián – Dijo Piedad bajando la mirada.

-Tienes algo con esa alimaña? – Preguntó Char arrugando la nariz en disgusto – Piedad, eres tan bonita, te puedes conseguir a alguien mejor…

-No, no tengo nada serio con él, y además él no es tan malo! – Exclamó – Él me quiere…

Andrés la miró tan intensamente que pensé que ardería en llamas. Si amarla fuera el único requisito para estar a su lado, Andrés definitivamente se había ganado ese lugar.

-Y cómo sabemos que no te está usando para alimentarte con información falsa? – Preguntó Eleazar.

-En primer lugar, porque Bastián ha probado su lealtad, él y yo hemos sido amigos por más de un siglo sin que jamás me traicionara, en segundo lugar porque Bastián no sabe que ustedes y nosotros nos hayamos puesto en contacto, y en tercer lugar porque Bastián me quiere y nunca haría nada que pudiera perjudicarme – Dijo Piedad.

-Es cierto – Dijo Pepe – La rata asquerosa puede ser cruel y traicionera con todo el mundo menos con Piedad.

-Si no confiáramos en lo que nos dicen los Meléndez ustedes creen que nos habríamos movilizado en conjunto para llegar a ustedes, enfrentar a María y de paso salvar su trasero? – Preguntó Frank.

-Piedad, sabes cuándo vendrán? – Preguntó Jasper.

-Bastián me dijo ayer que María estaba movilizando sus tropas y él se quería despedir para que yo le deseara suerte, por lo que imagino que no deben tardar… - Dijo encogiéndose de hombros.

-Bien, entonces nos vamos a organizar con centinelas en un radio de cinco kilómetros, pero antes que nada quiero aclarar que hay una humana en la casa, es la Pareja de Garrett y hermana de Emmett y mía…

-Y mi mejor amiga – Dijo Char.

-Y mi prima – Agregó Lis

-Y mi heroína – Dijo Peter que insistía en que Isabella en algún momento le salvaría la vida.

-Ok, todo eso! – Dijo Jasper molesto de que interrumpirán su rol de “Mayor” - Por lo tanto deben comprender que ella está absolutamente fuera de todo límite. Nadie se acercará a Bella hasta que Garrett la presente oficialmente. No les vamos a prohibir cazar y alimentarse en el área, porque estamos en una emergencia, pero a Isabella no la toca nadie. Comprendido?

Un murmullo general de asentimiento recorrió a los presentes. Les había quedado claro que el que se  metiera con la humana no se la llevaría nada fácil.

Los Cullen por otro lado no parecían contentos de tener una convención de vampiros de ojos rojos trayendo cadáveres que enterrar en su patio trasero.

-Bien, entonces para el primer turno como vigías necesito a Theo, Cameron, Andrés, Angeline… - Dijo Jasper.

-No! – Gritó Edward interrumpiéndolo y mirando para todos lados.

-No qué? Quieres ir a vigilar tú? – Le preguntó Frank.

-No – Dijo Peter tensándose como las cuerdas de un violín – Ya están aquí.

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Quién entró al despacho de Carlisle?

Comenten! Cuéntenme sus hipótesis!